La peregrinación anual ha reunido a fieles de todas las edades en el santuario mariano, destacando la participación de enfermos y voluntarios en un ambiente de unidad y devoción.
La Diócesis de Barbastro-Monzón ha concluido la XXVIII Peregrinación Diocesana a Lourdes, un evento que ha congregado a numerosos fieles en el emblemático santuario mariano. Durante esta peregrinación, los participantes han vivido momentos de intensa espiritualidad y comunión, destacándose la presencia de enfermos, jóvenes y voluntarios que han compartido su fe y devoción en un ambiente de esperanza.
El viaje ha sido una oportunidad para que los peregrinos experimenten la cercanía con la Virgen María, reforzando su compromiso con la fe católica. Las actividades realizadas incluyeron procesiones, misas y momentos de oración comunitaria, donde se ha puesto de relieve el sentido de unidad y fraternidad entre los asistentes.
Además, esta peregrinación ha servido como un espacio para el encuentro intergeneracional, donde jóvenes y mayores han compartido experiencias y testimonios de vida cristiana. La participación activa de los voluntarios ha sido fundamental para el desarrollo del evento, facilitando el acceso y la atención a los enfermos que han acudido al santuario en busca de consuelo espiritual.
El regreso a Barbastro-Monzón marca el fin de una experiencia enriquecedora para todos los participantes, quienes vuelven a sus hogares con renovada fe y gratitud por las vivencias compartidas en Lourdes. Esta peregrinación anual sigue siendo un pilar importante en la vida espiritual de la diócesis, fortaleciendo los lazos comunitarios y reafirmando su devoción mariana.