La Hermandad de Jesús el Pobre organiza diversas actividades en honor al Dulce Nombre de María, incluyendo un solemne besamanos, una Eucaristía y un rosario vespertino por las calles del barrio.
Septiembre es un mes de especial devoción mariana en Madrid, destacando la festividad del Dulce Nombre de María, titular de la Hermandad de Jesús el Pobre. Carlos Amores, hermano mayor de la hermandad, subraya la importancia de estos días: «Cada año celebramos estos días con gran devoción». Del 5 al 7 de septiembre, se llevó a cabo el solemne besamanos a la imagen de la Virgen en la iglesia de San Pedro el Viejo. «La Virgen se dispondrá en el templo y descenderá para que los fieles, devotos y hermanos puedan besar su mano», explica Amores.
El domingo 7, a las 12:00 horas, tuvo lugar la Eucaristía Solemne presidida por Ángel Luis Miralles, consiliario de la hermandad. La celebración contó con el acompañamiento musical del coro Camino y Rocío, perteneciente a la Hermandad del Rocío de la Estrella. Este evento es una tradición que reúne a numerosos fieles en torno a la figura mariana.
Además, el 20 de septiembre se celebrará un rosario vespertino por las calles del barrio, presidido por la imagen de María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad. «Será llevada por las anderas de la hermandad en parihuelas y acompañada por los hermanos», recuerda Carlos Amores. Este acto procesional busca acercar aún más a los devotos a su fe mariana.
Durante este mes, también se organiza por segundo año consecutivo la acción caritativa "Ángeles de la Virgen", dedicada a los niños y bebés más vulnerables. La hermandad recogerá material y alimentos que podrán entregarse los viernes y domingos por la mañana; posteriormente, todo será destinado a la Fundación Redmadre. Esta iniciativa refleja el compromiso social y solidario de la hermandad con los más necesitados.
Carlos Amores invita a todos los madrileños «a vivir juntos esta devoción a la Santísima Virgen bajo su advocación del Dulce Nombre de María». En un mes tan especial para honrar a la Madre de Dios en toda España, esta celebración cobra un significado particular en Madrid.