El gobierno chino ha implementado nuevas restricciones para las actividades religiosas en internet, buscando regular y controlar la expresión religiosa en el entorno digital.
El 15 de septiembre de 2025, el Departamento de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de China publicó el "Código de Conducta para el clero religioso en internet", un conjunto de 18 artículos que busca "mantener el orden en el campo religioso". Este código se aplica tanto a los religiosos chinos como a los extranjeros que operan en el país, incluyendo las regiones de Hong Kong, Macao y Taiwán, a la que el gobierno chino considera una isla rebelde.
Según informa la agencia Asia News, el régimen chino sostiene que el clero debe "practicar los valores fundamentales del socialismo, adherirse al principio de independencia y autogestión de las religiones en el país, adherirse a la sinicización de las religiones y orientar activamente a las religiones para que se adapten a la sociedad socialista y conserven la armonía religiosa, la armonía social y la armonía étnica".
El documento establece que "el clero religioso no debe realizar actividades en línea como tales" y solo puede predicar a través de medios digitales oficiales "legalmente establecidos para grupos religiosos, escuelas religiosas, templos, monasterios e iglesias" que posean una licencia especial. Además, prohíbe la publicación de "contenidos que inciten a la subversión del poder del Estado" o que se opongan al liderazgo del Partido Comunista Chino.
Un ejemplo de las restricciones es el artículo 10, que prohíbe "difundir ideas religiosas o inducir a los menores a la fe religiosa a través de internet". Asimismo, se prohíbe organizar la participación de menores en cursos de formación religiosa, campamentos de verano o invierno, y en actividades religiosas en general.
El código también prohíbe la organización o participación en actividades religiosas en línea como ceremonias, cultos, misas y rituales religiosos como el encendido de incienso, ofrendas a Buda, proclamación de las Sagradas Escrituras, observancia de preceptos y bautismos. Además, se prohíbe llevar a cabo cursos o capacitaciones por internet con contenido o connotaciones religiosas como "meditaciones", "purificaciones" y "oraciones de sanación".
El uso de la inteligencia artificial para generar contenidos religiosos también está prohibido. En caso de incumplimiento, el gobierno ordenará la rectificación y, si no se cumple, se aplicarán "sanciones de acuerdo con las leyes y regulaciones administrativas pertinentes", que incluyen la imposición de restricciones o el cierre de la cuenta en los sitios oficiales. Estas normas deben seguirse incluso cuando se realizan actividades en línea a través de plataformas web extranjeras.
La revista digital Bitter Winter, especializada en libertad religiosa, señala que el objetivo del régimen de Xi Jinping es que "la expresión religiosa debe ser patriótica, partidaria y culturalmente purificada, una ‘predicación con características chinas’". Aunque el documento se expresa en términos de "orden" y "armonía", sus implicaciones son contundentes ya que criminaliza la expresión religiosa espontánea en línea, aísla al clero del discurso religioso global y somete el discurso sagrado a la atenta mirada de los censores estatales.
Bitter Winter recuerda que "no es la primera vez que China refuerza su control sobre la vida religiosa", pero podría ser una medida tecnológicamente invasiva. En esta era del ministerio digital donde los sermones se transmiten en directo y las oraciones se transmiten por streaming, esta regulación parece un intento deliberado por separar lo sagrado de lo social. El clero todavía puede hablar pero solo a través del megáfono del Partido.