El cardenal Blase Cupich defiende su decisión de honrar al senador demócrata Dick Durbin, a pesar de las críticas por su postura pro-aborto y pro-LGBT.
El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, ha desestimado las advertencias de dos obispos prominentes que le han señalado el riesgo de causar un "grave escándalo" al proceder con su plan de otorgar un premio de logro de vida al senador Dick Durbin. Durbin, quien se declara católico, ha sido excluido de recibir la Comunión en su diócesis natal de Springfield, Illinois, desde 2004. Cupich justificó su decisión afirmando que "la enseñanza católica sobre la vida y la dignidad no puede reducirse a un solo tema, incluso uno tan importante como el aborto".
La organización de vigilancia católica Complicit Clergy ha señalado que "la mayoría de los católicos no están comprando lo que Cupich intenta vender". En lugar de reconocer su error, el cardenal Cupich parece ignorar a sus hermanos obispos y reafirma su decisión original, utilizando argumentos que recuerdan al "tejido sin costuras" del cardenal Bernadine para justificar su decisión de premiar a un político pro-aborto. La respuesta de Cupich omite mencionar otros votos de Durbin contrarios a la doctrina católica, como su apoyo a temas LGBTQ+.
La intención de Cupich de honrar a Durbin también parece contradecir las normas publicadas por la Arquidiócesis de Chicago. El Instituto Lepanto observó que "el cardenal Cupich ignora las leyes de su propia arquidiócesis". En una declaración reciente, Cupich respondió a las críticas del arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco y del obispo Thomas Paprocki, quienes se oponen a su plan de honrar a Durbin. Cupich explicó que Durbin le informó hace años que se ha establecido en Chicago, registrado en una parroquia de la arquidiócesis, y lo considera su obispo. Por ello, Cupich ha seguido las instrucciones de mayo de 2021 de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, que aconsejan a los obispos "acercarse y entablar diálogo con los políticos católicos dentro de sus jurisdicciones".
El obispo Paprocki expresó su conmoción al enterarse de que la arquidiócesis planea honrar a Durbin, quien tiene un largo historial de apoyo al aborto legal, incluso oponiéndose a la legislación para proteger a los niños que sobreviven a abortos fallidos. Paprocki advirtió que esta decisión podría causar un grave escándalo y confundir a los fieles sobre la enseñanza inequívoca de la Iglesia sobre la santidad de la vida humana. El arzobispo Cordileone también instó a Cupich a reconsiderar su decisión, señalando que tanto la claridad como la unidad están en riesgo.