El sacerdote Bernard Lochet ha sido suspendido de sus funciones en Clermont-Ferrand tras una denuncia por comportamientos inapropiados, mientras el obispado subraya la importancia de escuchar a las víctimas y respetar la presunción de inocencia.
El diocesano de Clermont-Ferrand ha decidido suspender temporalmente al Padre Bernard Lochet, quien se desempeñaba como párroco de Notre-Dame-de-l’Assomption, tras la presentación de una denuncia por parte de una joven mujer mayor de edad. El Monseñor François Kalist ha enfatizado la importancia de escuchar a las víctimas, al tiempo que se respeta la presunción de inocencia del sacerdote implicado. Según se ha informado, tanto la denunciante como el sacerdote, de unos sesenta años, han sido interrogados por las autoridades en relación con los hechos presuntamente ocurridos entre 2024 y 2025, los cuales involucran comportamientos considerados inapropiados.
El Padre Lochet, quien ha sido rector de la catedral de Clermont-Ferrand durante dos años, también ejercía como párroco de otras cuatro iglesias en la ciudad: Saint-Pierre-des-Minimes, Notre-Dame-du-Port, Saint-Eutrope y Saint-Genès-les-Carmes. La suspensión de sus funciones se mantendrá "hasta que la justicia se pronuncie", según ha indicado el arzobispo. En su comunicado, Monseñor Kalist ha expresado su solidaridad con "el sufrimiento de esta joven mujer y de todas las personas afectadas por este caso", subrayando el carácter provisional de la medida adoptada, la cual califica como una decisión prudente, recordando que el sacerdote "goza de la presunción de inocencia".
La parroquia de Notre-Dame, situada en el corazón de Clermont-Ferrand, es una de las más relevantes del diócesis. El Padre Lochet había estado activo en la vida pastoral de la comunidad durante varios años, por lo que la noticia ha sido un impacto para muchos fieles. Algunos responsables pastorales, que han preferido mantener el anonimato, han descrito la situación como "una prueba dolorosa" y han hecho un llamamiento a la oración y al apoyo de las personas involucradas.
El comunicado diocesano también recuerda que, en abril de 2025, durante su asamblea, los obispos de Francia reafirmaron su compromiso de "combatir toda forma de abuso en la Iglesia Católica y de apoyar a quienes son víctimas". Este caso se enmarca en un contexto en el que la Iglesia en Francia continúa fortaleciendo sus mecanismos de prevención y escucha, con el objetivo de acompañar a las personas afectadas y restaurar la confianza dentro de las comunidades cristianas.