El Vaticano ha dado un paso histórico al ceder en la despenalización del aborto, marcando un cambio significativo en la relación entre la Santa Sede y el Principado de Andorra.
Tras años de tensiones y negociaciones discretas, el Vaticano ha decidido apoyar la despenalización del aborto en Andorra, un movimiento que representa un cambio trascendental en la postura de la Iglesia respecto a este tema. La decisión, que se ha estado gestando desde 2019, surge en el contexto de un informe jurídico encargado por el Gobierno de Andorra, que sentó las bases legales para una despenalización parcial, analizando su compatibilidad con la Constitución del Principado.
El proceso ha contado con la participación activa del Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien ha sido fundamental en las negociaciones. Desde su visita a Meritxell en 2023, Parolin ha trabajado para construir un discurso de apertura, delegando posteriormente el asunto a Paul Richard Gallagher, quien ha colaborado estrechamente con el Gobierno andorrano.
Un elemento clave en este proceso ha sido el nombramiento de Josep-Lluís Serrano Pentinat como obispo coadjutor de Urgell, una decisión del Papa Francisco que refleja la intención de Roma de encontrar una solución viable. Serrano Pentinat, con un enfoque más diplomático, ha abogado por el diálogo y el acompañamiento a las personas afectadas, mostrando un tono conciliador respecto al aborto.
En el ámbito político, el presidente del grupo parlamentario de Demòcrates per Andorra, Jordi Jordana, ha confirmado que el proyecto de ley será presentado a los grupos parlamentarios en noviembre. La propuesta, redactada por Federico de Montalvo, busca reformar el Código Penal para eliminar las penas de prisión e inhabilitación profesional relacionadas con el aborto, una medida respaldada por asociaciones internacionales de derechos humanos.
El consenso alcanzado con el Vaticano no implica una despenalización total del aborto, pero sí pone fin a la criminalización de las mujeres, abriendo una nueva etapa en la relación entre Andorra y la Santa Sede. Sin embargo, esta posición contrasta con la defensa histórica de la Iglesia Católica del derecho a la vida desde la concepción, lo que podría generar tensiones internas y externas.
El Gobierno andorrano estudia una solución híbrida que permita la despenalización del aborto y su práctica en las cercanías del país, con acompañamiento médico y compensación económica para las personas vulnerables. Esta medida, anunciada por el jefe de Gobierno, Xavier Espot, busca estar lista antes de finalizar la legislatura en 2027.
El avance de este proyecto podría convertir a Josep-Lluís Serrano Pentinat en el único obispo católico que sancione una ley que subvenciona el aborto, marcando un hito sin precedentes en la historia de la Iglesia y del Principado de Andorra.