El arzobispo de Mendoza subraya la necesidad de un compromiso renovado en la pastoral de adicciones, destacando la figura del beato Ceferino Namuncurá como inspiración para abordar este desafío con amor y comprensión.
En el marco de la celebración del beato Ceferino Namuncurá, Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, ha pedido un renovado compromiso en la pastoral de adicciones. Durante su homilía, Colombo destacó la figura del beato Ceferino como un ejemplo de vida cristiana y dedicación al prójimo. Subrayó la importancia de abordar el problema de las adicciones desde una perspectiva pastoral, enfatizando la necesidad de acompañar a quienes sufren esta realidad con amor y comprensión.
El arzobispo hizo hincapié en que la intercesión del beato Ceferino puede ser una fuente de inspiración y fortaleza para quienes trabajan en esta área pastoral. Además, recordó que el compromiso con los más vulnerables es una parte esencial de la misión de la Iglesia. En este sentido, animó a las comunidades eclesiales a redoblar sus esfuerzos para ofrecer apoyo y esperanza a aquellos que luchan contra las adicciones.
Por otra parte, Colombo señaló que el trabajo en la pastoral de adicciones requiere no solo buena voluntad, sino también formación adecuada y recursos suficientes. Enfatizó que es fundamental contar con programas bien estructurados que permitan brindar una ayuda efectiva y sostenida en el tiempo. Asimismo, pidió a las autoridades civiles colaborar estrechamente con las iniciativas eclesiales para enfrentar este desafío social.
El arzobispo concluyó su intervención recordando que el ejemplo del beato Ceferino Namuncurá nos llama a todos a ser agentes de cambio en nuestras comunidades. Destacó que cada acción, por pequeña que sea, puede contribuir significativamente al bienestar de quienes más lo necesitan. La celebración del beato Ceferino se convierte así en una oportunidad para renovar nuestro compromiso con los valores cristianos y con aquellos que sufren.