La Familia Orionita celebró en Buenos Aires los 95 años de misión de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad en América Latina, con una Eucaristía de acción de gracias y un encuentro festivo que repasó su historia y carisma al servicio de los más pobres.
Con una Eucaristía celebrada el 14 de diciembre en el templo Virgen de las Flores, en la ciudad de Buenos Aires, la Familia Orionita conmemoró los 95 años de la llegada de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad a América Latina. La celebración sirvió como acción de gracias por casi un siglo de presencia, servicio y entrega a los más pobres, fieles al carisma de san Luis Orione.
La misa la presidió el arzobispo de la capital Argentina, monseñor Jorge García Cuerva, y contó con la participación del Superior Provincial de los Hijos de la Divina Providencia, padre Eldo Musso, además de sacerdotes, hermanas de distintas comunidades, voluntarios, bienhechores y amigos de la obra. En su homilía, el arzobispo invitó a vivir este aniversario desde la alegría y la gratitud. A su vez, subrayó la importancia de valorar el camino recorrido sin caer en la nostalgia y animó a las hermanas a celebrar la vida y la misión con esperanza. En ese marco, recordó la paciencia como virtud indispensable para sostener la esperanza en un mundo marcado por la prisa y la ansiedad, y pidió confiar siempre en los tiempos de Dios.
Al evocar a las primeras hermanas que llegaron a la ciudad, destacó su fortaleza y valentía. También señaló que el testimonio de la congregación se expresa principalmente a través de obras concretas de misericordia, de modo que la vida de las hermanas se convierte en una buena noticia que responde al Evangelio con hechos y cercanía a quienes más sufren. Del mismo modo, las animó a renovar su compromiso misionero ante nuevas formas de pobreza y exclusión, como la soledad, las adicciones y la marginación, y a permanecer allí donde la dignidad humana se ve más vulnerada.
Durante la celebración, las hermanas mayores entregaron simbólicamente la historia de la congregación a las nuevas generaciones, como un legado vivo que debe cuidarse y proyectarse hacia el futuro. Además, se presentaron signos propios de la espiritualidad orionita, junto con la vida y la misión de cada hermana. Tras la misa, los presentes compartieron un encuentro festivo en la Casa Provincial, con expresiones artísticas que recorrieron la historia y el carisma de la congregación. La jornada concluyó con la presentación del himno del 95 aniversario, “Vayan a llevar la caridad”.
Fundadas en 1915 por san Luis Orione, las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad desarrollan su misión en ámbitos sociosanitarios, educativos, pastorales y de promoción humana. En América del Sur, forman parte de la Provincia Religiosa Nuestra Señora de Guadalupe, con presencia en Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. El aniversario fue ocasión para agradecer el camino recorrido y renovar el compromiso de seguir llevando caridad, luz y esperanza, especialmente a los más pobres y olvidados, con la confianza puesta en la Providencia y bajo la protección de la Virgen María.
