El Arzobispo Escobar Alas pide oración por El Salvador en la Transfiguración
El Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, ha enfatizado la importancia de la oración en tiempos difíciles, animando a los fieles a unirse en plegaria por la paz y el bienestar de El Salvador.
En el contexto de la celebración litúrgica de la Transfiguración del Señor, el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, ha dirigido un mensaje a los fieles, subrayando la importancia de la oración por El Salvador. Durante su intervención, el prelado ha destacado la necesidad de fortalecer la fe y la esperanza en tiempos difíciles. Ha señalado que la Transfiguración es un momento propicio para reflexionar sobre el papel de la oración en la vida cotidiana y su capacidad para transformar las realidades personales y colectivas.
El Arzobispo Escobar Alas ha subrayado que, en medio de las dificultades que enfrenta El Salvador, es fundamental recurrir a la oración como fuente de consuelo y guía. Ha animado a los salvadoreños a unirse en plegaria por la paz y el bienestar del país, recordando que la fe puede ser un motor poderoso para el cambio social. Además, ha hecho hincapié en que este acto litúrgico invita a los creyentes a renovar su compromiso con los valores cristianos y a trabajar juntos por un futuro mejor.
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Por otra parte, el prelado ha aprovechado esta ocasión para recordar a los fieles que la Transfiguración del Señor es una manifestación del poder divino y una llamada a seguir el ejemplo de Cristo. Ha exhortado a todos los presentes a vivir con autenticidad su fe y a ser testigos del amor de Dios en sus comunidades. En este sentido, ha insistido en que cada creyente tiene un papel crucial en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Escobar Alas concluyó su mensaje reiterando su confianza en que, mediante la oración y el esfuerzo conjunto, El Salvador podrá superar los desafíos actuales. Expresó su esperanza en que esta celebración litúrgica inspire a los fieles a perseverar en su camino espiritual y contribuir activamente al bienestar común. Con estas palabras, el Arzobispo cerró su intervención, dejando una reflexión profunda sobre el poder transformador de la fe.
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