León XIV afronta un otoño cargado de decisiones clave en el Vaticano

León XIV afronta un otoño cargado de decisiones clave en el Vaticano

El periodista Ludwig Ring-Eifel analiza en este artículo —publicado el 26 de julio de 2025 en katholisch.de— los múltiples desafíos que aguardan al Papa León XIV tras su regreso al Vaticano: desde posibles relevos en la Curia romana y delicados procesos canónicos, hasta viajes internacionales y decisiones estratégicas sobre el rumbo doctrinal y pastoral de la Iglesia. Por su actualidad, exhaustividad y relevancia para la vida eclesial, ofrecemos a continuación la traducción íntegra de dicho texto.

Tras su regreso a Roma desde Castel Gandolfo, el Papa León XIV ha retomado plenamente sus funciones. En un contexto de verano romano con actividad reducida en la Curia, se multiplican las conjeturas sobre los próximos pasos del Pontífice, en un horizonte que se perfila como un “otoño de decisiones”.

Durante el verano, la actividad de la Curia vaticana disminuye notablemente, lo que podría retrasar las grandes decisiones del nuevo Papa. Antes, están previstos el Encuentro Mundial de la Juventud el primer fin de semana de agosto y otra breve estancia en Castel Gandolfo en torno a la festividad de la Asunción. Sin embargo, ya se vislumbra un tiempo de definiciones importantes en otoño.

León XIV confirmó a los responsables de los principales dicasterios solo “hasta nuevo aviso” tras su elección, y se espera que realice algunos relevos en breve. El nombre más citado es el del cardenal Víctor Manuel Fernández (63), considerado teólogo de referencia durante el pontificado de Francisco. Incluso quienes esperaban la continuidad de sus reformas dudan de su permanencia como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Su iniciativa en la cuestión de las bendiciones a personas homosexuales generó una rebelión de los obispos africanos, y su torpe manejo del debate sobre la ordenación femenina en la última asamblea sinodal levantó críticas.

Pese a ello, el Papa podría mantenerlo algún tiempo, como hiciera Francisco con el cardenal Müller. La diferencia es que nadie espera que León XIV repita el error de marginar a un prefecto que luego actúe sin control. En cualquier caso, Fernández parece debilitado.

Dos cardenales que ya han superado los 75 años podrían ser relevados con discreción. Uno de ellos, Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino, es visto por algunos conservadores como figura clave en la aplicación del controvertido motu proprio “Traditionis custodes”, que restringió la misa tridentina. Aunque sus críticos son minoría, se le considera poco integrador y es probable su sustitución.

Diferente es el caso del suizo Kurt Koch, último responsable germanoparlante en la Curia. Desde hace 15 años dirige el diálogo ecuménico y judeocristiano con eficacia reconocida. Se estima que seguirá en su cargo al menos hasta diciembre, para estar presente en las conmemoraciones del 60.º aniversario de “Nostra aetate”, el 1.700.º del Concilio de Nicea y el aniversario del levantamiento de las excomuniones mutuas entre católicos y ortodoxos.

Más urgente es el nombramiento del nuevo prefecto del Dicasterio para los Obispos, que León XIV presidía antes de su elección. Este organismo influye decisivamente en los nombramientos episcopales fuera de África y Asia. Se espera que el Papa elija a uno de sus antiguos colaboradores.

Las especulaciones sobre un nuevo Secretario de Estado han disminuido. El cardenal Pietro Parolin (70) parece consolidado en su puesto. Tras ceder su candidatura en el cónclave de mayo a favor del actual Pontífice, podría recibir ahora el respaldo de León XIV. Ambos colaboran con eficacia, como demostró su gestión conjunta durante el bombardeo israelí a una parroquia católica en Gaza. A pesar de encontrarse de vacaciones, coordinaron acciones diplomáticas con el cardenal Pizzaballa que presionaron moralmente a Israel. También trabajan armoniosamente en el conflicto entre Rusia y Ucrania, proponiendo al Vaticano como posible sede de negociaciones de paz.

Solo hay un viaje papal confirmado: la visita a Turquía a finales de noviembre, por invitación del patriarca Bartolomé y el presidente Erdogan. Las etapas incluyen Nicea, Estambul, Éfeso y Ankara.

Asimismo, el Papa ha manifestado su intención de visitar el norte de África, tierra de san Agustín, y se prevé una posible visita a Perú, donde fue misionero y obispo. Esta gira podría extenderse a Argentina y Uruguay, países que Francisco deseaba visitar pero evitó por motivos internos.

Queda por ver si León XIV ejercerá su papel de unificador visitando países donde la división eclesial es más patente, como Francia, Alemania o Estados Unidos. A diferencia de Francisco, que optaba por las periferias, podría dirigirse a estos focos de conflicto.

En el ámbito judicial, el Papa ha heredado varios procesos canónicos delicados. El más notorio es la apelación del cardenal Angelo Becciu (77), condenado por el tribunal vaticano en diciembre de 2023 tras una fallida operación inmobiliaria en Londres. Aún se desconoce si León XIV concederá el indulto o permitirá continuar el proceso.

Otro caso comprometido es el del exjesuita Marko Rupnik, acusado por religiosas de abusos espirituales y sexuales. Aunque la mayoría de los hechos no son penalmente sancionables en derecho canónico, el Papa podría imponerle sanciones extrajudiciales. Cabe señalar que sus obras artísticas han sido retiradas de los medios vaticanos tras el inicio del nuevo pontificado.

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