Apoyar la Iglesia en sus medios es fortalecer la verdad y la misión. La caridad y la difusión de la buena noticia siguen siendo pilares en la evangelización. ¡Que no falte la generosidad!
La Iglesia siempre ha pedido ayuda para su misión, pero recordemos que la verdadera caridad viene del corazón y no solo de donaciones. La gratuidad y la fe deben ser el motor, no la obligación.
La Iglesia siempre ha pedido ayuda para sus obras, recordando que la generosidad refleja nuestro compromiso con el Evangelio. Donar es una forma concreta de seguir construyendo comunidad y fe.
La difusión y sostenimiento de la Iglesia es importante, pero no olvidemos que la verdadera ayuda viene de una vida en gracia y servicio, no solo de donaciones. La fe se fortalece con acciones y amor auténtico, no solo con aportes económicos.