El Vaticano experimenta un cambio significativo con la salida de Monseñor Andrés Gabriel Ferrada Moreira, tras acusaciones de proteger a sacerdotes involucrados en escándalos.
En un movimiento que ha sacudido los cimientos de la Curia romana, Monseñor Andrés Gabriel Ferrada Moreira, hasta ahora Secretario del Dicasterio para el Clero, ha sido relevado de su cargo y regresará a Chile para asumir responsabilidades en una pequeña diócesis. Este cambio se produce tras años de tensiones internas y acusaciones de proteger a sacerdotes envueltos en escándalos, lo que ha generado una atmósfera de desconfianza en el seno del Vaticano.
Ferrada Moreira, quien había sido nombrado por el Papa Francisco en 2021, se había convertido en una figura central dentro del círculo cercano del pontífice. Sin embargo, su estilo de gobierno, caracterizado por un enfoque centralizador y rígido, provocó fricciones tanto con sus colaboradores más cercanos como con los obispos diocesanos de todo el mundo. Estos últimos se vieron frecuentemente obligados a aceptar decisiones unilaterales provenientes de las oficinas vaticanas, lo que generó un profundo malestar.
El método de gestión de Ferrada Moreira se distinguió por centralizar las decisiones operativas, relegando al Cardenal Lázaro You Heung-sik, prefecto del dicasterio, a un papel meramente formal. Esta situación provocó que numerosos obispos expresaran su irritación por lo que consideraban una injerencia constante y un sistema opaco en el manejo de los expedientes, especialmente aquellos relacionados con sacerdotes considerados "protegidos".
El regreso de Ferrada Moreira a Chile ha sido recibido con alivio por muchos en la Curia Romana y en las diócesis más periféricas. Ahora, hay una renovada esperanza de que el Papa León XIV designe un sucesor que pueda restaurar la confianza y devolver al Dicasterio para el Clero una dimensión de paternidad y discernimiento que se ha perdido en los últimos años.
Se espera que el Santo Padre restablezca la práctica de dividir las tareas dentro del dicasterio, una estructura que en el pasado garantizaba una atención más concreta a las vocaciones y un conocimiento directo de las situaciones locales. El ejemplo de Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, quien visitaba personalmente los seminarios y apoyaba económicamente a los seminaristas más necesitados, se presenta como un modelo a seguir para el futuro.
El fin del mandato de Ferrada Moreira marca el cierre de un período caracterizado por ascensos repentinos y un ejercicio del poder basado más en la pertenencia que en el servicio. La expectativa es que se aprenda de esta experiencia y que la Curia vuelva a ser un reflejo de cómo la Iglesia entiende su propia forma de gobernar, priorizando el servicio y la verdadera caridad sobre las ambiciones personales.
