La ceremonia, presidida por el Cardenal Marcello Semeraro en representación del Papa León XIV, reunió a fieles, autoridades y familiares para honrar a los mártires reconocidos por su valentía y amor a Cristo.
Jaén ha sido testigo de un evento histórico con la beatificación de 124 mártires del siglo XX, un acto que ha congregado a alrededor de 2.000 fieles en la Catedral. La ceremonia, presidida por el Cardenal Marcello Semeraro, representante del Papa León XIV, ha sido un testimonio de fe y entrega. Los mártires, entre los que se encuentran sacerdotes, laicos y una religiosa, han sido reconocidos por su valentía y amor a Cristo, siendo oficialmente declarados beatos.
El Obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, ha leído la petición al Santo Padre para la beatificación de los mártires, mientras que el Cardenal Semeraro ha proclamado la Carta Apostólica del Papa León XIV. Durante la ceremonia, se ha descubierto una obra pictórica de los nuevos beatos y se ha depositado una urna con reliquias en el presbiterio. La celebración ha contado con la participación de autoridades civiles y militares, así como de numerosos familiares de los mártires.
En la homilía, leída por Mons. Gianpaolo Rizzotti, se ha destacado el espíritu martirial de la Diócesis de Jaén, subrayando que el martirio es el testimonio más elevado de la fe cristiana. El Cardenal Semeraro ha enfatizado la necesidad de testigos que demuestren que es posible seguir adelante en la vida cristiana. Ha recordado que el martirio transforma el sufrimiento en redención y la sangre en semilla de evangelización.
El Obispo Sebastián Chico Martínez ha expresado su agradecimiento al Papa León XIV por la beatificación, destacando que los mártires son "semilla de esperanza" para la Iglesia de Jaén. Ha subrayado el simbolismo de reconciliación y perdón que representa este proceso, pidiendo la intercesión de los nuevos beatos para fortalecer la comunidad eclesial. La ceremonia ha dejado una huella profunda en la comunidad diocesana, recordando que la luz de Cristo brilla incluso en los momentos más oscuros.
