Los obispos españoles han rechazado públicamente las prácticas de "conversión" para personas que se identifican como homosexuales, generando tanto elogios como críticas dentro del mundo católico.
El 19 de septiembre, la asociación homosexual con sede en Madrid, CRISMHOM, publicó un comunicado agradeciendo al Cardenal José Cobo de Madrid y al obispo José Antonio Satué de Málaga por su apoyo. El mensaje, difundido por ReligionDigital.org, describía a ambos prelados como "porteros que abren sus brazos para acoger en lugar de imponer una conversión en la que renunciamos al don del arcoíris con el que hemos sido bendecidos".
Las palabras del grupo siguieron a las intervenciones de ambos eclesiásticos a principios de este mes. El Cardenal Cobo, quien sucedió al cardenal Carlos Osoro en Madrid el año pasado, ha enfatizado lo que él llama la necesidad de que la Iglesia "acompañe" a las personas que se identifican como LGBT. Por su parte, el obispo Satué, nombrado por el Papa León XIV para Málaga en junio, ha subrayado de manera similar un enfoque pastoral que evita la confrontación y se enmarca en el lenguaje de la inclusividad.
El comunicado de CRISMHOM continuó afirmando que los dos obispos estaban contribuyendo a "construir una Iglesia diversa hecha de piedras vivas". Los elogió por resistir la presión de promover terapias de conversión, que el grupo describió como intentos de suprimir o borrar la identidad homosexual.
Al mismo tiempo, la Archidiócesis de Madrid se ha estado preparando para su anual "Semana de la Palabra", una iniciativa diseñada para promover la reflexión escritural al inicio del año pastoral. El cardenal Cobo, en su invitación de apertura, instó a los fieles a "volver a la Palabra" y a hacer de ella la fuente de renovación en una sociedad marcada por la ira y la división. También expresó su gratitud a los académicos, clérigos, personas consagradas y laicos cuya lectura diaria de las Escrituras, dijo, "hace que la Iglesia sea fecunda".
Los pasos cautelosos de la jerarquía española en cuestiones de sexualidad reflejan un patrón más amplio bajo el pontificado del Papa León XIV, quien ha realizado una serie de nombramientos que señalan continuidad con los elementos más progresistas del pontificado de su predecesor. El ascenso del obispo Satué a Málaga ha sido visto en esta luz, con comentaristas señalando su historial de acercamiento a grupos en los márgenes de la vida eclesial.
No obstante, la nueva dirección también ha provocado fuertes reacciones. Plataformas católicas tradicionalistas, incluidas algunas con sede en Italia, han condenado lo que describen como una "capitulación" a la ideología secular, acusando a los obispos de desviar a los fieles.