La Diócesis de Barbastro-Monzón conmemoró el DOMUND con vigilias de oración, resaltando la Noche Clara de Benasque y el testimonio del misionero Rafael María Quirós Gracián sobre la situación en Benín.
La Diócesis de Barbastro-Monzón organizó la celebración del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) con vigilias de oración en todas las unidades pastorales, destacando especialmente la Noche Clara de Benasque. Bajo el lema «Misioneros de esperanza entre los pueblos», se recordó a los bautizados su vocación de ser constructores de esperanza y la importancia de respaldar la misión mediante la cooperación personal, espiritual y económica.
En Barbastro, el encuentro tuvo lugar el pasado viernes 17 de octubre en la capilla de la Casa Amparo. Un momento central fue el testimonio del misionero diocesano Rafael María Quirós Gracián, quien lleva más de 15 años en Benín, actualmente en la diócesis de N'Dali. Quirós, al iniciar su decimosexto curso en África, afirmó que la misión se vive con pasión en cualquier lugar, subrayando la importancia de evangelizar como medio para devolver la dignidad al ser humano.
Rafael Quirós alertó sobre la situación en su zona, donde grupos yihadistas lanzan ataques y amenazas, especialmente contra los cristianos. Compartió testimonios de fe ante la persecución, como el caso de una misión de la Compañía del Salvador que tuvo que ser abandonada, impidiendo así la apertura de un colegio para más de 400 niñas. También narró el caso de un catequista secuestrado que se negó a dejar de rezar y el testimonio conmovedor de un musulmán que defendió la fe católica de su esposa.
A pesar de los riesgos, el misionero pidió oraciones para continuar su labor en la parroquia y poblados. Concluyó solicitando oraciones por los cristianos perseguidos en todo el mundo, mencionando que en Nigeria han sido asesinados más de siete mil cristianos en los primeros seis meses del año.