La Catedral de Barbastro ha sido el escenario de una misa de acción de gracias para conmemorar el centenario de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en la localidad.
El pasado lunes 27 de octubre, la Catedral de Barbastro acogió una misa de acción de gracias para celebrar los cien años de presencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en la ciudad. La ceremonia, que comenzó a las 11 de la mañana, estuvo presidida por el obispo Ángel Pérez Pueyo y se inició con la lectura de una carta enviada por la madre superiora de la congregación, sor Julia Vinuesa. En su misiva, la superiora expresó su gratitud por la comunidad del Hogar Saturnino López Novoa y por todas las personas que han pasado por él, recordando que "los ancianos son la razón de ser de las Hermanitas".
Durante su homilía, el obispo Ángel Pérez destacó la labor ininterrumpida de las Hermanitas en Barbastro durante un siglo, desde donde han expandido su misión a 204 casas en 22 países. El prelado describió la fundación de la congregación en la ciudad, de la mano de Saturnino López Novoa y Santa Teresa de Jesús Jornet, como "una revolución evangélica" en un siglo XIX marcado por el abandono y la desigualdad. Citando a Santa Teresa, recordó la importancia de "cuidar los cuerpos para salvar el alma" y elogió a las monjas por ser "un escándalo de bondad" en tiempos de individualismo.
La misa también contó con un mensaje del Papa León XIV, quien envió su bendición apostólica a toda la comunidad. Tras la ceremonia, el historiador Luis Alfonso Arcarazo ofreció una conferencia sobre la historia de la congregación en el Museo Diocesano.
