La parroquia Nuestra Señora de Loreto ha establecido un grupo de oración inspirado en santa Mónica, compuesto por 35 mujeres que se comprometen a rezar diariamente por las familias y celebrar una Eucaristía mensual.
El año pasado, una feligresa de la parroquia Nuestra Señora de Loreto consultó a fray Victoriano Sánchez acerca de la existencia de un grupo dedicado a las Madres Cristianas Santa Mónica. Inspirado en santa Mónica, este movimiento reúne a mujeres que oran por sus familias. La iniciativa, surgida en los años 80 en la parroquia de Santa Rita, se había extendido en Madrid, aunque no estaba presente en Loreto. Por ello, este año el párroco propuso formar un “coro de oración”, inicialmente integrado por siete mujeres, cifra que simboliza plenitud y compromiso en la intercesión.
En septiembre, fray Victoriano anunció oficialmente la creación del grupo y la respuesta fue tan favorable que se organizaron seis coros con un total de 35 participantes. El 28 de octubre pasado, el párroco presidió una misa para bendecir a las madres, dando comienzo a su misión. Cada integrante se compromete a rezar diariamente por los hijos de las demás y a visitar el sagrario semanalmente. Además, el día 27 de cada mes celebran una Eucaristía que incluye formación agustiniana.
Esta iniciativa ha revitalizado la vida parroquial, incrementando la asistencia a las misas y fortaleciendo la comunión entre las distintas pastorales. El perfil de las participantes es diverso: madres jóvenes, abuelas y también mujeres sin hijos. Una integrante, Patricia, madre de seis hijos, forma parte del coro Ima Rabim, donde experimenta una profunda comunión espiritual con otras madres. Esta vivencia les permite compartir sufrimientos y necesidades, consolidando su comunidad mediante la oración.
Recientemente, algunas integrantes peregrinaron a Roma para obtener el jubileo durante el Año Santo de la Esperanza. Patricia, acompañada por su familia y otras madres del coro, visitó la basílica de San Agustín, donde reposan los restos mortales de santa Mónica. Este momento especial les brindó la oportunidad de acogerse a la intercesión tanto de la santa como del santo obispo de Hipona, reforzando así su fe y compromiso espiritual.
