La Fundación Madrina organiza la procesión en honor a la Virgen de Guadalupe

La Fundación Madrina convoca a jóvenes, familias y peregrinos para participar en la Procesión de Antorchas Verdes y Rosario por la Vida, la Familia y la Paz, que comenzará en la Parroquia de Santa María Micaela.

Con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe, la Fundación Madrina ha convocado a jóvenes, familias y peregrinos para participar en la Procesión de Antorchas Verdes y Rosario por la Vida, la Familia y la Paz. La cita, que se celebra por tercer año consecutivo, comenzará a las 19:00 horas desde la Parroquia de Santa María Micaela, en Madrid. Los asistentes portarán un icono de la Virgen traído desde México, venerado como símbolo de protección y maternidad.

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La peregrinación contará con la participación de los Caballeros y Damas Guadalupanos, así como de madres acogidas por la Fundación Madrina. Los jóvenes, siguiendo la tradición, llevarán en andas el cuadro de la Virgen, acompañados por velas y antorchas verdes que simbolizan el manto mariano. Durante el recorrido se elevarán peticiones por la vida, la familia y la paz, reflejando el compromiso con los valores que representa para la Iglesia Católica esta advocación mariana.

El año pasado, esta procesión reunió a más de un centenar de personas que rezaron el Rosario a la Patrona de la Vida y la Familia. Se destacó que el Santo Rosario constituye una herramienta fundamental para defender estos valores y se subrayó especialmente la necesidad de proteger a los niños en el seno materno. En esta edición, el icono será nuevamente llevado en andas y adornado con flores; al término del acto se impartirá una bendición especial.

La iniciativa surge gracias a la colaboración entre la Fundación Madrina y los Caballeros y Damas de la Virgen de Guadalupe. El icono original fue entregado al fundador de dicha entidad durante el Encuentro Mundial de las Familias celebrado en México, con el encargo expreso de hacerlo peregrinar por España. Desde entonces ha recorrido diversas regiones del país, replicando así una tradición propia del Santuario del Tepeyac, donde millones de familias acuden anualmente en peregrinación.

Para los fieles mexicanos e hispanoamericanos residentes en Madrid, esta procesión representa un acto de gratitud y unidad espiritual entre América y España. La devoción a Nuestra Señora de Guadalupe remonta sus orígenes al año 1531, cuando se apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Su imagen, conservada en el Santuario mexicano, es símbolo universal de vida, maternidad y protección; es venerada por millones de fieles alrededor del mundo.