El 5 de septiembre se hizo efectiva la clausura de la comunidad de jesuitas establecida en Javier (Navarra), localidad natal de San Francisco Javier, tras el traslado de los cuatro religiosos que residían allí a diversas casas de la orden en España. La Compañía de Jesús ha confirmado que el Centro de Espiritualidad, anexo al castillo del santo, continuará funcionando con normalidad.
Según la reciente tabla de destinos de la Compañía, los religiosos José Antonio Alcáin, Gonzalo Ibáñez, Román Múgica y Jesús María Munárriz han sido asignados a nuevas comunidades: dos de ellos a Pamplona, uno al Santuario de Loyola y otro a Málaga.
Esta comunidad jesuita tenía encomendada la atención espiritual del Centro ubicado junto al castillo donde nació San Francisco Javier en 1506. Aunque la comunidad ha sido suprimida, desde la orden han asegurado que “el proyecto apostólico y espiritual de Javier, así como su actividad se mantienen con absoluta normalidad como hasta ahora”, precisando además que la gestión comunitaria pasa a depender de Pamplona.
El Centro de Espiritualidad de Javier se dedica a la profundización en la espiritualidad ignaciana, especialmente mediante ejercicios espirituales. Sus responsables señalan que el diálogo con otras corrientes espirituales forma parte de su enfoque: «Dialogar desde la Espiritualidad Ignaciana con otras espiritualidades puede generar más alternativas para vivir hondamente la fe cristiana».
El complejo cuenta con una casa de ejercicios con 49 habitaciones, capillas, salas y comedores; un centro juvenil orientado al discernimiento con cerca de 200 camas; y un albergue con capacidad para 67 personas destinado a actividades de grupos juveniles.
El cierre se inscribe en un proceso de reestructuración general que afecta a la Compañía de Jesús a nivel mundial, provocado por el descenso progresivo en el número de miembros. Según el Anuario Pontificio, recogido por Catholic-Hierarchy, la orden ha pasado de contar con casi 2.200 comunidades en 1966 a unas 1.200 en la actualidad. El número de sacerdotes ha disminuido de más de 20.000 a algo más de 10.000, y los religiosos no presbíteros de 36.000 a menos de 14.000.
En este contexto, la Compañía inicia el curso 2025 en España con la incorporación de cinco nuevos novicios.