La reciente decisión del arzobispo Edward Weisenburger de prescindir de los servicios de los profesores Ralph Martin y Eduardo Echeverría en el Seminario del Sagrado Corazón (SHS) ha generado una fuerte reacción en círculos eclesiásticos y académicos, provocando preocupación entre fieles y colegas.
Ambos docentes, ampliamente reconocidos por su compromiso con la ortodoxia católica, fueron informados de su despido sin una explicación detallada. El propio Martin confirmó que el arzobispo le expresó su “preocupación por sus perspectivas teológicas”, pero se negó a ofrecer motivos concretos. Martin había trabajado en el seminario durante más de 22 años y fue una figura clave en el desarrollo del programa de Licenciatura en Sagrada Teología, centrado en la Nueva Evangelización.
Según detalla el medio LifeSiteNews, la Archidiócesis de Detroit, a través de su directora asociada de comunicaciones, Holly Fournier, declinó hacer comentarios sobre los despidos, aduciendo que no se pronuncian sobre asuntos de personal.
La medida se produce poco después de que el nuevo prelado tomara decisiones igualmente controvertidas, como la supresión de la mayoría de las Misas en latín y la prohibición de celebrar el Novus Ordo ad orientem, generando inquietud entre sectores más tradicionales de la diócesis. Esta decisión del arzobispo de Detroit ha sido catalogada por muchos en Estados Unidos como una verdadera "purga".
Numerosas voces han salido en defensa de los académicos cesados. La Dra. Janet Smith, exprofesora en SHS, calificó el despido como “indignante y perjudicial para la Iglesia”, y lamentó que los seminaristas ya no puedan recibir formación de quienes considera “educadores excepcionales”. Smith también destacó la paradoja de que Martin, antiguo consultor del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, sea apartado mientras “personas abiertamente disidentes” ocupan cargos en academias vaticanas.
Eric Sammons, editor jefe de la revista Crisis Magazine, fue aún más contundente, calificando el acto como propio de “un tirano susceptible y mezquino”. Según él, el motivo detrás del despido no es teológico, sino político: “No se trata de promover el Evangelio, sino de ejercer poder y control”, declaró.
Tanto Smith como Sammons temen que esta decisión marque el inicio de un deterioro institucional del SHS, hasta ahora considerado uno de los seminarios más destacados del país. “Probablemente se convertirá en una institución de tercera categoría que ningún joven fiel querrá elegir”, vaticinó Sammons.
Otros comentarios críticos provinieron del padre Joseph Krupp, quien expresó en redes sociales su pesar por lo ocurrido: “Me entristece profundamente ver a alguien con tan poca humildad llegar a una institución próspera y destruirla de esta manera”. El comentarista católico Brian Holdsworth añadió que este tipo de decisiones contribuyen a que “los buenos católicos no quieran trabajar para la Iglesia”.
En cambio, es significativo ver que uno de los que ha salido en defensa de esta controvertida decisión del arzobispo de Detroir ha sido Austen Ivereigh, un personaje muy próximo estos años atrás al Papa Francisco. Desde su cuenta de 'X', Ivereigh cataloga de "buena noticia" la decisión del arzobispo de Detroit de apartar de la formación de los seminaristas a estos dos teólogos porque "disintieron notoriamente del magisterio papal de manera intemperante".
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