La parroquia de Jonzac enfrenta una nueva crisis al ser acusado de abuso sexual el sacerdote que reemplazó a otro clérigo previamente implicado en un escándalo similar.
En la parroquia de Jonzac, ubicada en el departamento de Charente-Maritime, se ha suscitado un nuevo escándalo tras la designación del padre Gustavo Domenech como reemplazo del padre Anthony Del Castillo, quien había sido apartado de su cargo por mantener una relación sexual con una mujer de 18 años. Sin embargo, el padre Domenech también enfrenta acusaciones de conductas sexuales inapropiadas en su país de origen, lo que ha sumido a la comunidad parroquial en una profunda consternación.
Las acusaciones contra el padre Domenech señalan que habría cometido actos indebidos de forma reiterada, identificando a mujeres vulnerables a través de redes sociales. Un medio argentino ha afirmado que "este sacerdote ha cruzado todos los límites de la discreción en su comportamiento con el sexo femenino". A pesar de la gravedad de las acusaciones, el diocésis de La Rochelle ha declarado que "por el momento, no tenemos elementos que prueben que estas acusaciones son verdaderas".
Ambos sacerdotes, tanto Del Castillo como Domenech, pertenecen a la comunidad peruana del Verbo Encarnado, lo que ha generado preocupación entre los fieles y las autoridades eclesiásticas locales. La situación plantea un desafío significativo para la parroquia de Jonzac, que debe afrontar las repercusiones de estos escándalos mientras busca restaurar la confianza de su comunidad.