Un sacerdote italiano ha sido suspendido de sus funciones ministeriales tras criticar las reformas del Concilio Vaticano II en una transmisión en línea.
El padre Leonardo Maria Pompei, párroco de Santa Maria Assunta in Cielo en Sermoneta, provincia de Roma, fue suspendido a divinis el 4 de septiembre por el obispo Mariano Crociata de Latina, Terracina, Sezze y Priverno, quien fuera Secretario de la Conferencia Episcopal Italiana. Esta medida le prohíbe ejercer funciones sacerdotales, vestir el hábito clerical y presentarse públicamente como sacerdote. La suspensión se produjo después de que desobedeciera una orden diocesana que le instaba a cesar su actividad en redes sociales y llevara a cabo una transmisión en Youtube en la que expresó su rechazo a la liturgia posconciliar.
Durante la emisión en directo, el padre Pompei manifestó a sus feligreses que había llegado a la conclusión de que el Concilio Vaticano II era incompatible con la tradición católica y que la Iglesia debía retornar al antiguo rito romano. Describió su vocación sacerdotal y su creciente convicción, alcanzada a través del estudio de escritores católicos antiguos como San Alfonso de Ligorio y la Venerable María de Ágreda, de que las reformas de la década de 1960 habían distorsionado la fe.
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Antes de su suspensión, el padre Pompei había recibido un precepto penal que le instruía "no convocar reuniones parroquiales ni asambleas con los fieles de la parroquia de Santa Maria Assunta in Cielo en Sermoneta, y suspender cualquier tipo de actividad en redes sociales". El sacerdote afirmó que no deseaba formar un grupo a su alrededor ni alinearse con otras figuras controvertidas, sino más bien promover la fe católica tal como él la entendía. En su discurso, citó el ejemplo de Don Enzo Boninsegna, quien renunció al sacerdocio en 1989 en protesta por la autorización de los obispos italianos para recibir la Comunión en la mano.
La Diócesis de Latina respondió rápidamente nombrando a Don Giovanni Castagnoli como nuevo párroco de Sermoneta, con el objetivo de restaurar la calma en la comunidad. Los feligreses se han mostrado inquietos por la repentina destitución de su sacerdote, lo que ha suscitado un amplio debate en la localidad. La diócesis ha confirmado que el caso del padre Pompei será remitido al Dicasterio para la Doctrina de la Fe en Roma, que evaluará sus declaraciones y determinará si son necesarias medidas disciplinarias adicionales.
Este año, The Catholic Herald informó sobre el padre Natale Santonocito, un sacerdote originario de Catania, quien fue excomulgado por el obispo Domenico Sigalini de Palestrina por rechazar públicamente la legitimidad del Papa Francisco. El padre Francesco D’Erasmo de Civitavecchia–Tarquinia también se pronunció en contra de las enseñanzas papales, pero evitó la censura al negociar su posición con su obispo. La prolífica presencia en redes sociales del padre Pompei ha llamado la atención en los últimos años, con cientos de vídeos en los que ha instado a los católicos a rechazar lo que él considera errores doctrinales. Sin embargo, no hay evidencia de que haya cuestionado públicamente la validez de la renuncia del Papa Benedicto XVI o de la elección del Papa Francisco, una postura herética común entre algunos tradicionalistas.
