Una nueva atrocidad sacude al noreste de la República Democrática del Congo. Alrededor de cuarenta católicos han sido asesinados esta madrugada cuando milicianos de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés), grupo rebelde vinculado al Estado Islámico, irrumpieron en una iglesia católica en la localidad de Komanda, provincia de Ituri.
El ataque ocurrió hacia la 1:00 de la madrugada, cuando los fieles se encontraban reunidos en oración. Los agresores emplearon machetes y armas de fuego para perpetrar la matanza, según informaron medios locales y fuentes de seguridad citadas por AFP y una emisora respaldada por la ONU. Algunas otras fuentes elevan la cifra de víctimas mortales a 43.
Además de la iglesia, los atacantes incendiaron varias viviendas y comercios antes de retirarse hacia un enclave ubicado a unos 12 kilómetros de Komanda, donde se presume mantienen su base de operaciones.
El teniente Jules Ngongo, portavoz del ejército congolés en Ituri, confirmó que hombres armados ingresaron a la zona durante la madrugada, provocando una masacre de gran magnitud. Las fuerzas de seguridad lanzaron una operación de rastreo en busca de los responsables y posibles sobrevivientes.
Desde Roma, el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, expresó su rechazo al ataque en un mensaje publicado en X (antes Twitter):
«Los lugares de culto deben siempre preservarse y la libertad religiosa debe protegerse. Italia se solidariza con las familias de las víctimas y el pueblo congoleño».
Las ADF, originadas como un grupo rebelde ugandés islamista, se han consolidado en la frontera entre Uganda y el Congo, y en los últimos años han intensificado su campaña violenta contra la población civil. El grupo ha sido responsable de numerosas masacres, como la ocurrida hace apenas dos semanas en Irumu, donde 66 personas fueron asesinadas.
Bajo el liderazgo de figuras como Jamil Mukulu, convertido al islam y actualmente detenido, y posteriormente Yusuf Kabanda, las ADF se radicalizaron tras perder el apoyo de su aliado NALU en el año 2000. Desde entonces, han operado con creciente brutalidad y vinculación con el Estado Islámico.
Uno de los episodios más recientes se produjo a principios del año pasado en la localidad de Baeti, también en el este congoleño, donde al menos ocho personas fueron asesinadas durante un ataque a otra iglesia, y más de treinta aldeanos fueron tomados como rehenes.
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