Una reliquia de San Carlo Acutis ha sido sustraída de una parroquia en el occidente de Venezuela pocos días después de su canonización en Roma.
La desaparición de la reliquia, un pequeño trozo circular de tela, fue reportada el 9 de septiembre por el personal de la parroquia Santo Domingo de Guzmán, ubicada en el municipio Cardenal Quintero del estado Mérida. Adrián García, coordinador del Grupo Juvenil San Carlo Acutis, confirmó el robo el viernes ante los medios de comunicación. "Hasta ahora, no hay información; todavía está desaparecida", declaró García. "Tenemos fe en Dios de que aparecerá. Tiene un gran valor espiritual".
El paño, que se encontraba en un relicario de vidrio, desapareció dos días después de que el Papa León XIV declarara a Acutis santo durante una misa en la Plaza de San Pedro a la que asistieron aproximadamente 80,000 personas. La policía está investigando el robo, según informó la parroquia.
La reliquia está clasificada como de "tercera clase", es decir, un objeto que ha sido tocado a una reliquia de primera clase. La Iglesia Católica ha expresado previamente su oposición al comercio ilícito de reliquias asociadas con Acutis en plataformas en línea.
Desde los primeros siglos del cristianismo, las reliquias han ocupado un lugar central en la devoción católica. Se clasifican típicamente como de primera clase (los restos físicos de un santo), de segunda clase (objetos que el santo utilizó personalmente) o de tercera clase (objetos tocados a una reliquia de primera clase). La veneración de las reliquias creció junto al culto de los mártires, cuyos sepulcros se convirtieron en lugares de peregrinación y cuyos restos fueron colocados bajo los altares de las iglesias. Durante la Edad Media, las reliquias se trasladaban por toda Europa, inspirando la piedad popular y atrayendo a peregrinos a grandes santuarios como los de Santiago en Compostela y Santo Tomás Becket en Canterbury.
Aunque la Iglesia ha condenado consistentemente la venta de reliquias—considerada una forma de simonía—su veneración es alentada como un vínculo tangible con la santidad de los santos y un recordatorio de la comunión de los fieles a través del tiempo y el espacio.
La reliquia en Venezuela había sido solicitada por el Grupo Juvenil San Carlo Acutis tras su beatificación en 2020. Es común que tales reliquias se distribuyan internacionalmente para fomentar la devoción a los nuevos santos. El robo ha causado consternación entre los fieles en Mérida, donde Acutis es visto como una inspiración para la evangelización juvenil. Los feligreses continúan orando por la recuperación de la reliquia mientras la investigación sigue su curso.
Nacido en Londres el 3 de mayo de 1991 en una familia italiana, Acutis creció en Milán, donde se hizo conocido por sus habilidades informáticas y su devoción a la Eucaristía. Falleció de leucemia en 2006 a la edad de 15 años. En 2018, el Papa Francisco lo reconoció como "venerable". Dos años después, fue declarado "beato" tras el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión: la recuperación de un niño en Brasil con una deformación pancreática considerada médicamente inexplicable.