La reflexión lasallista para el bienio 2025-2026, inspirada en el Evangelio y encíclicas papales, promueve la educación audaz y el diálogo para enfrentar los desafíos de la fraternidad y el cuidado de la creación.
La nueva reflexión lasallista para el bienio 2025-2026, titulada "Todo está conectado: la comunidad de la creación y la fraternidad universal", se centra en la construcción de puentes en un mundo fragmentado. Inspirada en el Evangelio y en las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti, esta propuesta anima a educar con audacia profética para responder a los clamores de la Tierra y de los pobres. Publicada el 8 de septiembre de 2025, en la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, esta reflexión busca fomentar el diálogo y el encuentro.
Los autores del documento, los Hermanos Consejeros Generales Chris Patiño y Joël Palud, destacan la importancia del trabajo conjunto en la elaboración del mensaje. La reflexión se sitúa en continuidad con anteriores documentos como "Nuestro corazón está en las periferias" y "Y tú, ¿hacia dónde miras?". En este contexto, los lasallistas subrayan que las recientes llamadas de la Iglesia, a través de las encíclicas mencionadas, piden una respuesta integral al cuidado de la creación y a la fraternidad universal.
El texto también recuerda las palabras del Papa Francisco durante el 46º Capítulo General, donde enfatizó que los desafíos de la fraternidad y el cuidado de nuestra casa común requieren una respuesta educativa. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas se preguntan hasta qué punto han incorporado estas llamadas en sus planes de estudio, especialmente en un contexto de crisis educativa y sociopolítica. La reflexión lasallista aboga por una audacia profética que desestabilice las injusticias sistémicas y promueva justicia, compasión y humildad.
Por último, los lasallistas plantean que la interconexión es tanto parte de la crisis como una fuente de solidaridad y fortaleza. En el corazón de Laudato si’ y Fratelli tutti reside la esperanza de que, a pesar de los desafíos, nunca estamos solos. La comunidad de creación, unida por amor y responsabilidad, es el núcleo de la misión lasallista que busca un mundo más justo y sostenible.