La Fundación Versace, en colaboración con la parroquia de San Gregorio VII, organizó un almuerzo navideño para 80 personas en situación de indigencia, ofreciendo un momento de serenidad y comunidad.
En la parroquia de San Gregorio VII, próxima a la Basílica Vaticana, se celebró un almuerzo especial destinado a 80 personas en situación de indigencia, conocidas como los “pobres de San Pedro”. Esta iniciativa fue posible gracias a la colaboración de la Fundación Versace, que brindó un espacio de serenidad y fraternidad a quienes atraviesan dificultades. Los asistentes, vinculados a L’Osservatore di Strada, compartieron una comida navideña en un ambiente adornado con motivos festivos.
Miriam, una de las participantes, relató su historia. Originaria de Ecuador, reside en la zona junto a sus cinco hijos, entre ellos dos gemelos de cinco meses. A pesar de las complicaciones burocráticas y del tiempo que pasó en prisión, conserva la esperanza de hallar una solución a su situación. Por su parte, Paolo, un rumano de 72 años que colaboró en la decoración del salón, manifestó su gratitud hacia Emilia, una voluntaria, mediante silencios y sonrisas. Paolo vive actualmente con las Misioneras de la Caridad y recuerda su vida en la calle; además, rinde homenaje al Papa Francisco con un pequeño altar instalado en la Via della Conciliazione.
Fra Agnello Stoia, párroco de la Basílica de San Pedro, bendijo la mesa antes del almuerzo y subrayó la riqueza espiritual que se encuentra en la pobreza. Junto a él, padre Stefano Albanesi, titular de la iglesia de San Gregorio VII, abrió las puertas de la cocina para el menú preparado por la Fundación Versace. La comida incluyó lasaña, estofado y postres típicos navideños, finalizando con un pequeño panettone para llevar a casa.
