En una audiencia con la Consulta nacional antiusura, el Papa León XIV subrayó que la usura es un pecado grave que afecta a los más vulnerables y puede llevar a situaciones extremas.
León XIV destacó la gravedad de la usura durante una audiencia con la Consulta nacional antiusura, celebrada en el Palacio Apostólico con motivo del 30º aniversario de la organización. El Papa subrayó que la usura es un pecado grave que puede llevar a crisis familiares y situaciones extremas como el suicidio. En su discurso, enfatizó que esta práctica, que inicialmente puede parecer una ayuda, se convierte en una carga asfixiante, afectando especialmente a las personas más vulnerables.
El Papa León XIV también señaló que los sistemas financieros usureros pueden tener un impacto devastador a nivel global, poniendo de rodillas a pueblos enteros. Citó el Catecismo de la Iglesia Católica para denunciar las prácticas usureras que alimentan estructuras de pecado. Además, recordó la importancia de la conversión de quienes practican la usura, comparando esta actitud con la de Jesús hacia Zaqueo, quien tras un encuentro con Cristo decidió cambiar su vida.
Por último, el Santo Padre alentó a los miembros de la Consulta nacional antiusura a continuar su misión, destacando que su labor representa un compromiso comunitario respaldado por los pastores de la Iglesia. Tras la audiencia, el arzobispo de Bari-Bitonto, Giuseppe Satriano, presidió una misa para los voluntarios de las fundaciones adheridas a la Consulta, en la Basílica de San Pedro.