El Pontífice concluyó el XXVI Congreso Mariológico Mariano Internacional con un discurso en el que destacó la figura de María como guía de paz y unidad, animando a los asistentes a seguir su ejemplo.
El Papa León XIV concluyó el XXVI Congreso Mariológico Mariano Internacional con un discurso en el Aula Pablo VI. Durante su intervención, agradeció a los participantes por su dedicación y reflexión en torno a la figura de María. El evento, que se desarrolló a lo largo de cuatro días, reunió a expertos y teólogos de diversas partes del mundo para profundizar en el papel de la Virgen María en la vida de la Iglesia y su influencia en las culturas.
En su alocución, el Pontífice destacó cómo la mirada de María puede ser un faro de paz para los pueblos y culturas. Subrayó que su ejemplo de fe y amor es una guía para caminar juntos hacia un futuro más armonioso. El Papa León XIV enfatizó la importancia de seguir el modelo mariano como fuente de inspiración para superar divisiones y fomentar la unidad entre las naciones.
El Congreso Mariológico Mariano Internacional es una cita relevante en el calendario eclesial, donde se abordan temas teológicos y pastorales relacionados con María. Este año, el encuentro puso especial énfasis en cómo su figura puede contribuir a la paz mundial. Los participantes compartieron investigaciones y experiencias que resaltan la relevancia de María en contextos contemporáneos.
El Santo Padre también animó a los asistentes a continuar sus estudios y esfuerzos por difundir el mensaje mariano. Les recordó que, al igual que María, están llamados a ser portadores de esperanza y reconciliación en sus comunidades. Concluyó su discurso pidiendo que las enseñanzas del Congreso se traduzcan en acciones concretas que promuevan la paz y el entendimiento mutuo.
El evento culminó con una misa solemne celebrada por uno de los cardenales presentes, quien reiteró las palabras del Papa León XIV sobre la importancia del papel de María como mediadora entre Dios y los hombres. Los asistentes regresaron a sus países con un renovado compromiso de llevar adelante el mensaje mariano en sus respectivas realidades eclesiales.