El Papa León XIV ha destacado la necesidad de que las instituciones europeas cuenten con personas capaces de vivir una sana laicidad, subrayando la importancia del diálogo intercultural e interreligioso.
En una audiencia celebrada esta mañana en el Vaticano, el Papa León XIV afirmó que las instituciones europeas requieren "personas que sepan vivir una sana laicidad", al tiempo que enfatizó el valor de la religión tanto a nivel personal como social. "Cuando la dimensión religiosa es auténtica y está bien cultivada, puede enriquecer grandemente las relaciones interpersonales y ayudar a las personas a vivir en comunidad y en sociedad. ¡Y cuán importante es hoy subrayar el valor y la importancia de las relaciones humanas!", expresó el Santo Padre.
Estas declaraciones fueron realizadas durante la recepción del Grupo de Trabajo sobre el Diálogo Intercultural e Interreligioso del Parlamento Europeo, una estructura vinculada al Grupo del Partido Popular Europeo (European People’s Party, EPP), cuyo objetivo es fomentar el diálogo entre diversas culturas, religiones, creencias filosóficas y comunidades no confesionales en Europa.
El Papa León XIV subrayó que la participación en el diálogo interreligioso "reconoce que la religión tiene valor tanto a nivel personal como en el ámbito social". Asimismo, explicó que "ser hombres y mujeres de diálogo significa permanecer profundamente enraizados en el Evangelio y en los valores que de él se derivan y, al mismo tiempo, cultivar la apertura, la escucha y el diálogo con quienes provienen de otros contextos, poniendo siempre en el centro a la persona humana, la dignidad humana y nuestra naturaleza relacional y comunitaria".
El Santo Padre destacó que promover el diálogo entre culturas y religiones es un "objetivo fundamental para un político cristiano", citando como ejemplo a Robert Schuman, Konrad Adenauer y Alcide De Gasperi, considerados los Padres fundadores de Europa, quienes vivieron su fe también como un compromiso socio-político. De este modo, animó a cultivar un estilo de pensamiento y de acción que afirme el valor de la religión, pero "preservando al mismo tiempo la distinción —no separación ni confusión— con respecto a la esfera política".