León XIV revisa las normas de gestión de la Fabbrica de San Pietro y la basílica de Santa Maria Maggiore, anulando gran parte de las reformas introducidas por su predecesor.
El Papa León XIV ha decidido intervenir en el control administrativo de la Fabbrica di San Pietro y la basílica de Santa Maria Maggiore, anulando buena parte de las reformas que su predecesor, Papa Francisco, había introducido. Estas modificaciones se implementaron mediante un motu proprio en junio de 2024 para San Pedro y otro en marzo del presente año para Santa María la Mayor, firmado por el cardenal Gemelli un mes antes del fallecimiento del pontífice.
La decisión del Papa León XIV se produjo tras consultar con expertos y con la Secretaría para la Economía, culminando en la firma de un nuevo motu proprio titulado “Circa le norme applicabili alla Fabbrica di San Pietro”. Este documento supone un cambio sustancial en dos instituciones curiales que habían sido objeto de críticas por su excesiva autonomía.
El mismo criterio se aplicó a la basílica de Santa Maria Maggiore. En este caso, el pontífice establece que «el Capitolo de Santa Maria Maggiore está ahora sujeto al control y vigilancia establecidos» por el Consejo para la Economía. Además, añade que «para garantizar una transición inmediata y estructurada de la gestión económico-financiera de las dos instituciones mencionadas, la Secretaría para la Economía, con la asistencia de un grupo consultivo designado por ella, resolverá cualquier cuestión o problema de naturaleza económica o de control y vigilancia, y proporcionará al Consejo un informe periódico sobre las cuestiones planteadas y las decisiones tomadas».
El motivo que llevó al Papa León XIV a corregir estos asuntos internos desde dos realidades tan simbólicas —dos basílicas patriarcales bajo la mirada del mundo— se explica al inicio del motu proprio. El pontífice subraya que la reforma económica y financiera de la Sede Apostólica requiere «una reevaluación y redefinición periódica del marco normativo aplicable, con el fin de asegurar una estructura justa y transparente». En consecuencia, «tras evaluar cuidadosamente las resoluciones aprobadas por el Consejo el 16 de septiembre y posteriormente presentadas a mí, como se prevé en el artículo 207 de la constitución Praedicate Evangelium, y tras consultar a personas expertas en la materia, con la presente carta apostólica en forma de motu proprio» declara que los motu propri anteriores «ya no son válidos ni vinculantes como interpretación auténtica».
El Papa concluye afirmando: «lo deliberado ordeno que tenga firme y estable vigor, a pesar de cualquier cosa contraria, incluso si es digna de mención especial, asegurando que a partir de la promulgación y entrada en vigor de la presente ley, cada norma anterior no tenga más validez canónica y jurídica».
