El Papa León XIV recibió a niños de zonas de conflicto en la Plaza de San Pedro, destacando la importancia del juego y la paz en sus vidas, en vísperas de la Giornata mondiale dell’infanzia.
En la víspera de la Giornata mondiale dell’infanzia, dedicada este año al derecho al juego, el Papa León XIV recibió a niños procedentes de áreas afectadas por conflictos durante la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro. Florian, un joven austriaco de 13 años, pidió al Pontífice que bendijera "la Luce de la Paz" procedente de Belén. Por su parte, Majd Bernard, un niño de Gaza, entregó al Papa la bandera que representará la segunda edición de la Giornata mondiale dei bambini 2026.
Majd Bernard, que tiene siete años, mostró gran entusiasmo al saber que podría jugar al fútbol con otros niños como Karam y Serafim, tras saludar al Santo Padre. La audiencia congregó a más de veinte menores provenientes de distintas regiones marcadas por el conflicto, entre ellas Gaza, Ucrania, Afganistán, Sudán y Rusia. El encuentro puso en relieve el valor del juego y la paz en la vida infantil.
Desde Austria, Florian resaltó el significado de la "Luce de la Paz", encendida en Belén como símbolo de esperanza para un mundo pacífico. En este sentido, Gunther Madlberger, representante de la Televisión Estatal austríaca, explicó que esta luz recorrerá lugares afectados por conflictos y llegará a instituciones como el Parlamento Europeo para promover la armonía entre los pueblos.
A su vez, niños del hospital Salesi de Ancona asistieron acompañados por sus padres y perros dedicados a terapia asistida. La asociación "Grazie Gesù", fundada por Enrico Rossi y su esposa, impulsa esta forma de pet therapy con el fin de brindar consuelo y alegría a los pequeños pacientes durante sus tratamientos médicos.
Don Luigi Merola entregó al Papa un mensaje esperanzador desde Nápoles en nombre de la fundación "A voce d’e creature". Esta organización opera en una villa confiscada a la mafia y ofrece a los jóvenes oportunidades educativas y recreativas para alejarlos del mundo delictivo. Desde 2007 promueve actividades artísticas, culinarias y deportivas con este propósito.
Por último, algunas suore Francescane del Perú, que se encontraban en Roma para participar en una conferencia, aprovecharon para saludar al Papa León XIV. Las religiosas, activas en el colegio Santa María Reina en Chiclayo, le entregaron dulces típicos peruanos y recordaron su etapa como obispo en aquella región.
