El Pontífice pronunció un discurso en el Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana, destacando su papel en el ecumenismo y la importancia de las fuentes históricas en el centenario de su fundación.
El Papa León XIV pronunció un discurso ante docentes y estudiantes del Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana con motivo del centenario de su fundación. En su intervención, destacó que los estudios vinculados al instituto se centran en el "periodo histórico de la Iglesia unida", lo que los convierte en "un válido instrumento para el ecumenismo". Además, subrayó la relevancia de las fuentes literarias y monumentales como las "raíces" de la sociedad y las naciones europeas.
León XIV recordó que hace un siglo su predecesor Pío XI, mediante el Motu proprio I primitivi cimiteri, enfatizó el deber de los pontífices de proteger el patrimonio sagrado, incluyendo las catacumbas y las basílicas romanas. En ese documento se mencionó a Giovanni Battista de Rossi y Antonio Bosio como "los iniciadores de la arqueología cristiana". Asimismo, Pío XI estableció el Pontificio Instituto para formar a jóvenes procedentes de todo el mundo en el estudio de los monumentos de la antigüedad cristiana.
Con motivo del centenario, el Papa publicó una Carta apostólica sobre la importancia de la arqueología. En su discurso, resaltó que la enseñanza de la arqueología cristiana —entendida como el estudio de los monumentos correspondientes a los primeros siglos del Cristianismo— posee un "estatuto epistemológico" propio. No obstante, indicó que en otros contextos esta disciplina se integra dentro de la arqueología medieval. Por ello, animó a los presentes a defender la especificidad del campo, subrayando que el término "cristiana" no responde a una perspectiva confesional, sino que confiere a esta disciplina una dignidad científica y profesional.
