La Almudena acoge la Misa funeral por el Papa Francisco, presidida por el Cardenal Cobo

La Catedral de la Almudena en Madrid celebró una Misa funeral en honor al Papa Francisco, presidida por el Cardenal José Cobo, Arzobispo de Madrid. La ceremonia, que tuvo lugar recientemente, congregó a cientos de fieles, incluyendo autoridades eclesiásticas y civiles, para rendir tributo al legado espiritual del Papa y su compromiso con los desfavorecidos.
La Catedral de la Almudena se engalanó con flores amarillas y blancas, los colores del Vaticano, para acoger la solemne ceremonia. El altar destacó por un frontal del siglo XVI y el Crucifijo de Juan de Mesa, creando un ambiente de recogimiento y veneración. La escolanía de la abadía benedictina de la Santa Cruz proporcionó el acompañamiento musical, añadiendo solemnidad al evento.
El Cardenal José Cobo, en su homilía, describió al Papa Francisco como un hombre profundamente espiritual, que transformó la Iglesia en un espacio de acogida y reflexión. "Francisco fue un hombre nacido del Espíritu, que enseñó que la Iglesia debe ser una casa con las puertas abiertas, llevando a Jesús a los pobres", afirmó el Cardenal. Además, resaltó la habilidad del Papa para conectar con la gente, especialmente con los jóvenes y los marginados.
La ceremonia no solo atrajo a la comunidad eclesiástica, sino también a figuras políticas como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y otros dignatarios. La presencia de estos líderes subrayó la influencia y el respeto que el Papa Francisco cultivó más allá de los límites de la Iglesia.
Testimonios de los asistentes reflejaron el impacto personal del Papa. Manuel, un fiel local, lo recordó como el "Papa de la misericordia". Jóvenes como Marta y Patri destacaron su cercanía y su papel inspirador en eventos como la JMJ de Lisboa. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados expresaron gratitud por su apoyo constante a la vida consagrada.
El evento culminó con una llamada del Cardenal Cobo a continuar el legado de Francisco, enfatizando la importancia de vivir una vida cristiana auténtica y comprometida. "Sigamos caminando como Iglesia con alegría y sencillez, confiando en el Dios que nunca deja de perdonar", concluyó, mientras la comunidad se unía en oración y reflexión sobre el camino a seguir.
Escribir un comentario