El Cardenal José Cobo, junto a otros prelados y fieles, participó en la ceremonia de despedida del obispo auxiliar José Antonio Álvarez en la Catedral de la Almudena de Madrid.
En la tarde del miércoles, sacerdotes, amigos y familiares se reunieron en la cripta de la catedral de la Almudena para despedir los restos mortales de José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid. Entre los asistentes se encontraban el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, el cardenal arzobispo emérito Carlos Osoro, el obispo de Segovia Jesús Vidal y los auxiliares de Madrid, Vicente Martín y Juan Antonio Martínez Camino. Antes de las 18 horas, se rezó un rosario por su eterno descanso y se cantó el Salve Regina.
Gema Cruz, madre de un seminarista de Madrid, recordó a José Antonio Álvarez como una persona importante en su vida, especialmente cuando su marido sufrió un accidente grave. Destacó su apoyo constante y su preocupación por la familia, lo que generó un profundo agradecimiento. Cruz expresó su tristeza por su fallecimiento, pero también su alegría al saber que desde el Cielo continuará ayudando.
Begoña Azpeitia, quien conoció a Álvarez durante las reuniones de Cursillos de Cristiandad, lo describió como una persona abierta y caritativa. Aunque sus compromisos en Manos Unidas limitaron su seguimiento espiritual, siempre mantuvo un amor paternal. Azpeitia recordó su cercanía en momentos difíciles, como la muerte de su padre, y valoró su disposición constante para ayudar.
Francisco Ramírez, estudiante de Bachillerato, recordó que fue José Antonio Álvarez quien le confirmó en febrero. Destacó su amabilidad durante una entrevista en el Seminario Conciliar de Madrid. El sacerdote Juan Orduña también compartió su experiencia, mencionando que Álvarez lo acompañó hasta su ordenación diaconal, describiéndolo como cariñoso y cercano.
Sergio Hernández, quien conoció a Álvarez en el seminario, lo recordó como un amigo y hermano sacerdote. Destacó su apoyo en momentos difíciles, como la muerte de su padre, y su amor por el sacerdocio. Hernández compartió experiencias vividas junto a él, como campamentos y convivencias, y expresó su certeza de que ahora intercede por ellos desde el Cielo.