La peregrinación a Guadalupe, organizada por la Pastoral Universitaria, reunió a jóvenes para fomentar el conocimiento mutuo y la fe, incluyendo charlas formativas sobre la Iglesia y la santidad en la juventud.
Marcos, un joven de 22 años y estudiante de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, fue uno de los 80 participantes en la peregrinación a Guadalupe organizada por la Pastoral Universitaria. Durante los 13 kilómetros de caminata hacia el santuario de la Virgen, reflexionó sobre la importancia del apoyo mutuo en momentos difíciles. Además, destacó que uno de los objetivos de la peregrinación es fomentar el conocimiento mutuo y la acogida de nuevos integrantes, con el fin de desarrollar proyectos y vivir la fe en comunidad.
Lidia Serrano, de 29 años, fue una de las organizadoras del evento. Como investigadora y antigua estudiante de Ingeniería Aeroespacial, su motivación siempre ha sido facilitar el encuentro con Cristo para aquellos jóvenes que no tienen parroquia o movimiento. Este año, la peregrinación duplicó el número de participantes y se introdujeron charlas formativas seguidas de coloquios en grupos pequeños, abordando temas como la Iglesia y la santidad en la juventud.
La peregrinación a Guadalupe, cuna de la evangelización en América, simboliza para los jóvenes universitarios su papel como evangelizadores. Lidia subrayó que esta misión es inherente a la Iglesia, recordando que en el pasado, grandes evangelizadores llevaron el nombre de Cristo a otros lugares. Ahora, los jóvenes se sienten llamados a continuar esa tradición.