La asamblea anual de obispos católicos orientales en Viena, organizada por el CCEE, abordó la unidad eclesial, la guerra en Ucrania y la relación con las Iglesias ortodoxas, destacando la importancia de los ordinariatos.
La asamblea anual de los obispos católicos orientales de Europa concluyó en Viena, bajo el patrocinio del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE). El cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, subrayó el dinamismo "sinfónico" que debería animar la unidad y diversidad de la Iglesia católica. La Santa Sede reafirmó su compromiso de fomentar la armonía deseada entre las Iglesias.
El encuentro, celebrado del 8 al 11 de septiembre, reunió a más de sesenta y cinco obispos y más de cien representantes. Se destacó la importancia de la comunión entre las Iglesias católicas orientales y la de rito latino. El cardenal Christoph Schönborn resaltó el papel de los ordinariatos como vía para proteger la especificidad de las Iglesias sui iuris en territorios de jurisdicción latina, citando el crecimiento del ordinariato austriaco.
La guerra en Ucrania fue un tema presente en la asamblea. El arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk agradeció el respaldo recibido de las Iglesias y autoridades civiles. Además, se abordaron otros conflictos que afectan a las Iglesias sui iuris en el mundo. Los participantes expresaron su voluntad de intensificar encuentros locales y formación de clérigos, así como tratar temas como el birritualismo y las relaciones ecuménicas con las Iglesias ortodoxas.
