Las inundaciones en el sudeste asiático han dejado más de 500 heridos, casi 3.000 desaparecidos y destruido 28.000 viviendas, afectando también a Malasia y Vietnam por lluvias monzónicas y ciclones.
Las lluvias torrenciales han provocado la muerte de aproximadamente 1.300 personas en Sri Lanka, Indonesia y Tailandia. Además, se contabilizan más de 500 heridos, cerca de 3.000 desaparecidos y la destrucción de más de 28.000 viviendas. Estas inundaciones, que también han afectado a Malasia y a algunas zonas de Vietnam, se deben a la convergencia de las lluvias monzónicas con dos ciclones tropicales, Senyar y Ditwah. En la isla de Sumatra, Indonesia, alrededor de 1,1 millones de personas han resultado afectadas.
Las labores de rescate continúan activas, con equipos desplegados para socorrer a los supervivientes y recuperar los cuerpos. Miles de personas permanecen atrapadas, muchas refugiadas en los tejados de sus viviendas. Las autoridades han movilizado helicópteros y embarcaciones; sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas y los daños en las infraestructuras dificultan estas tareas. En Sri Lanka, el acceso a las áreas afectadas se complica por deslizamientos de tierra y puentes derrumbados.
En el sur de Tailandia, las inundaciones han impactado a más de 1,5 millones de familias, lo que equivale a unos 3,9 millones de personas. Las autoridades trabajan para restablecer las infraestructuras básicas así como el suministro eléctrico y de agua potable. El Ministerio del Interior ha iniciado la apertura de comedores públicos para atender a los residentes afectados. Por su parte, en Indonesia y Tailandia la organización Save the Children distribuye agua potable, kits higiénicos y alimentos; además crea espacios seguros para los niños que no pueden acudir a la escuela debido al cierre de edificios y la imposibilidad del acceso a la educación online.
