Los obispos de Burkina Faso critican la falta de atención mediática y de recursos internacionales ante la crisis de inseguridad que afecta al país, obligando a modificar las celebraciones navideñas por motivos de seguridad.
Los obispos del Burkina Faso han expresado su preocupación por el silencio de la comunidad internacional ante la inseguridad que afecta al país, obligando a adelantar las misas de Navidad. En un informe de la fundación católica Aide à l’Église en Détresse (AED), Théophile Naré, obispo de Kaya, y Justin Kientega, obispo de Ouahigouya, destacan la falta de cobertura mediática sobre el terrorismo en sus diócesis. Naré señala que, por décimo año consecutivo, las celebraciones navideñas se realizarán antes del anochecer para evitar desplazamientos nocturnos.
El informe de la AED también menciona que las áreas atendidas por el diocesis de Dori enfrentan desafíos continuos de seguridad, humanitarios y pastorales. Naré lamenta que la comunidad internacional no reaccione adecuadamente ante la crisis terrorista que sufren los cristianos en Burkina Faso. Además, destaca la falta de recursos para documentar ataques y la escasa atención mediática a eventos significativos, como el aniversario celebrado en Yagma.
En el norte del país, aunque se perciben mejoras, la situación sigue siendo crítica. Naré informa que, aunque no ha habido secuestros recientes en sus diócesis, las ataques han causado numerosas muertes. En Dori, solo dos parroquias permanecen operativas, y el obispo solo puede visitarlas bajo escolta militar. La violencia ha desplazado a muchas comunidades cristianas hacia ciudades más seguras, lo que ha generado una presión demográfica significativa.
La Iglesia ha respondido a esta crisis proporcionando alimentos, refugio y atención médica a las poblaciones afectadas. Naré subraya que se trata de una cuestión de supervivencia, ya que los campamentos están saturados y no pueden recibir más familias. Los desplazados llegan con heridas, enfermedades y traumas, buscando ayuda en hospitales y misiones. La AED resalta que, a pesar de la inseguridad, los habitantes del Burkina Faso mantienen viva su fe celebrando las misas de Navidad antes de la noche.
