El entusiasmo por el Papa León XIV persiste en el Báltico, según el Nuncio Georg Gänswein, quien destaca la esperanza que el pontífice infunde tanto en católicos como en no católicos.
El Nuncio Apostólico, Arzobispo Georg Gänswein, ha manifestado que la alegría por el Papa León XIV sigue viva en la región del Báltico. "Lo que veo, lo que percibo, lo que escucho es que el Papa León no solo fue recibido con gran júbilo en sus primeros días, sino que esta alegría, fruto también del carisma de este hombre, perdura", declaró Gänswein al portal "Vatican News". Esta alegría, según él, actúa como un "antídoto contra las preocupaciones cotidianas, especialmente en relación con la guerra en Ucrania". Gänswein subrayó que "el Papa León es un garante de que la esperanza es mayor que la necesidad, algo compartido por personas independientemente de su fe".
En agosto de 2024, Papa Francisco nombró a Gänswein como representante del Santo Padre en el Báltico, tras haber pasado un año sin funciones en su diócesis natal de Friburgo, luego de ser relevado de sus deberes en el Vaticano. El libro "Nichts als die Wahrheit", publicado por Gänswein poco después del fallecimiento de Benedicto XVI, causó revuelo al revelar detalles de los conflictos entre Francisco y Benedicto.
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Gänswein admitió que aún está adaptándose a su nuevo rol. "Son tres estados diferentes. Hacer justicia a cada uno requiere tiempo, paciencia y oración", afirmó el Nuncio. "Es un mundo económica y políticamente muy dinámico". La Iglesia en el Báltico también enfrenta el desafío de la secularización, y Gänswein está comprometido a abordarlo con dedicación.
Además, Gänswein se refirió a la beatificación del Arzobispo Eduard Profittlich, de origen alemán, que tuvo lugar en Tallin. "Al estudiar la figura de Eduard Profittlich, me impresionó su fuerte fe, valentía y apertura humana", destacó Gänswein. "Era consciente de que los soviéticos lo enviarían a un gulag del que no saldría, y aceptó este sacrificio de vida con plena conciencia y corazón dispuesto, por sus fieles, su comunidad y su diócesis en Estonia. Es realmente impresionante".
