La asamblea plenaria de COMECE, presidida por Mariano Crociata, concluyó con un llamamiento a la comunidad internacional para buscar soluciones justas y facilitar ayuda humanitaria en las regiones afectadas por conflictos.
Al concluir su asamblea plenaria en Bruselas, los obispos de la Unión Europea, liderados por Mariano Crociata, presidente de COMECE, hicieron un llamamiento urgente por la paz en Oriente Medio, Ucrania y Sudán. Subrayaron el deseo de la Iglesia de ser una "parte viva y activa de la oración y la solidaridad". La reunión, celebrada el 2 de octubre, se centró en las guerras que afectan a diversas regiones, con especial atención a Ucrania y la Franja de Gaza.
Crociata expresó su conmoción ante las imágenes de sufrimiento en Oriente Medio, destacando el impacto de las escenas de víctimas civiles y familias desplazadas. En consonancia con los llamamientos del Papa León XIV, los obispos europeos pidieron a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea, que se comprometa a buscar una solución rápida y justa, facilitando la entrada de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes.
La declaración final de COMECE reafirma el compromiso de las Iglesias con la oración por la paz y la solidaridad con las poblaciones afectadas, especialmente en Gaza, Tierra Santa, Ucrania y Sudán. El mensaje enfatiza que la paz es una urgencia inaplazable, recordando a Europa y al mundo la necesidad de actuar ante el sufrimiento de millones de personas.