Quique Mira, influencer católico, en exclusiva para IglesiaNoticias, comparte su testimonio de fe y su misión de inspirar a los jóvenes a vivir con autenticidad y esperanza en Dios
Antes de adentrarnos en la entrevista, es importante conocer un poco más a la persona detrás de este movimiento. Quique Mira es un joven que está marcando tendencia en la evangelización digital. Con más de 172 mil seguidores en Instagram, ha logrado conectar con miles de jóvenes compartiendo su fe de forma sencilla y auténtica. Además, es fundador de Aute, una comunidad online de “jóvenes insatisfechos con lo que el mundo les propone” que ya reúne a casi 70 mil seguidores en Instagram, y también de Sin Medias Tintas, un podcast que supera los 13,7 mil seguidores en la misma red social y que suma miles de reproducciones. Su objetivo es claro: anunciar a Cristo con un lenguaje real, cercano y sin filtros.
En esta conversación con IglesiaNoticias, Quique Mira reflexiona sobre la fe, el amor, la autenticidad y el papel de Dios en la vida de los jóvenes actuales. Comparte su testimonio con la misma claridad y pasión que lo han convertido en una de las voces más influyentes del panorama católico digital.
Muchos jóvenes sienten que la fe ya no encaja con la forma moderna de vivir. ¿Qué le dirías a quienes piensan que ser católico hoy es algo anticuado?
Les diría que hacer una lectura de la fe solo desde la razón es muy limitado. Quien experimenta desde el corazón lo que significa ser cristiano, sentirse querido y amado por Dios, descubre que eso es lo más nuevo que existe. Recibir el amor y la misericordia de Dios te da una nueva vida, y eso siempre es algo alegre y renovador. Quien se queda mirando desde fuera y juzga solo con la razón o desde lo que ha visto en la tradición cae en el prejuicio. Pero quien vive la fe desde el corazón lo vive de una manera completamente distinta.
Vivimos en una época donde todos mostramos una versión editada de nosotros mismos. ¿Cómo se puede vivir la fe con autenticidad en redes sin caer en la apariencia?
Como decía Santa Catalina de Siena: “Si sois lo que tenéis que ser, prenderéis fuego al mundo entero”. Esa frase me ha inspirado mucho. Es uno de los motivos por los que llevo cinco años en redes y también por los que empecé con Aute. Veía que muchos jóvenes están sumergidos en una superficialidad que les ahoga, y creo que la autenticidad es la respuesta. El que es auténtico ha entendido que Dios es su referente y su identidad. Lo más grande que tenemos es el hecho de ser hijos de Dios.
¿Cómo hacerlo? Manteniendo las anclas de tu vida en su sitio: el silencio, los sacramentos, la oración… Son los medios que Dios nos da para cuidar la relación con Él. Si uno parte de ahí, luego es fuego.
¿Qué le recomendarías a un joven que se encuentra perdido y no encuentra un sentido a su vida?
Le diría que es el mejor momento para rendirse. Rendirse en el sentido de reconocer que uno no puede ser feliz solo. Hay deseos en el corazón que no se pueden cumplir por uno mismo. Sentirse necesitado es el principio. Mi conversión fue así. Llegó un día en el cual dije “lo he intentado todo por ser feliz y no puedo”. Y entonces se abre la posibilidad de creer en un Dios creador. Estamos hechos para algo muy grande. Por eso le diría que se rinda y se abra a la misericordia de Dios.
Hoy en día muchas relaciones se viven con prisas y superficialidad; ¿qué significa para ti amar de verdad desde la fe?
Para mí amar de verdad es “querer querer”. Vivimos en un mundo donde el compromiso parece estar pasado de moda, donde ya no se le da importancia. Pero amar verdaderamente es descubrir cómo Dios ha pensado el matrimonio; entenderlo como una vocación para la cual hemos sido creados por Él. Si uno pone el deseo y la voluntad de amar como Dios ama, Él pone lo que falta. Amar no es buscarme a mí mismo sino salir para buscar la felicidad del otro. Y para eso necesitamos su gracia y su misericordia porque solos no podemos.
¿Cómo puede un joven vivir una ruptura desde la fe sin perder la esperanza ni cerrarse al amor?
Puede hacerlo si confía en que hay alguien (Dios), que tiene un plan para su vida. He acompañado a varios amigos en procesos de ruptura, y es algo muy doloroso. Pero levantar la cabeza y poder decir: “Señor, si he dejado esta relación delante de ti y en paz, viendo que es tu voluntad”, trae consuelo al corazón. Saber que Dios tiene un plan y que, si cierra una puerta, es porque abrirá otra más grande, da esperanza. Creer que hay un Dios que tiene un plan para ti es lo más potente que puede haber.
¿Crees que es posible recuperar la confianza en una relación después de una“traición” o una mentira, desde el perdón cristiano?
Sí, creo que es posible. El amor de Dios todo lo restaura. Dios nos perdona una infinidad de veces cada día, porque a menudo fallamos en el amor. Si nosotros somos los primeros en ser perdonados, ¿cómo no vamos a perdonar? Pero también creo que es imposible perdonar de verdad fuera de Dios, porque sin Él, te sale la venganza o el distanciamiento. Solo cuando uno se abre a su misericordia y se siente perdonado, puede pedirle: “Señor, no me sale perdonar humanamente, pero dame la gracia de poder perdonar como yo soy perdonado”.
¿Cómo se puede mejorar la comunicación en pareja?
Deseándolo, queriéndolo y poniendo medios. Por ejemplo, Mery y yo tenemos la costumbre de, aunque el día haya sido largo y lleno de trabajo, acabarlo juntos, cuidando ese momento de intimidad y comunicación. Hablar de las preocupaciones, compartir cómo ha ido el día, mirarse a los ojos… Es importante cerrar la puerta al ruido exterior y encontrarse de verdad, desde el corazón.
¿Qué modelo de amor propondrías tú a los jóvenes de hoy?
Contemplar la Sagrada Familia. Contemplar a la Virgen, a San José… Ese es el modelo de familia y de amor verdadero. Pedir tener su sencillez, su humildad, su capacidad de amar. Y pedir al Espíritu Santo que nos capacite para amar así. Creo que eso es fundamental.
Por último… ¿Qué sueñas para tu misión como influencer católico y para la Iglesia entre los jóvenes?
Mi sueño es ser lo que estoy llamado a ser. Que el Señor pueda hacer su obra sin filtros ni barreras, y que en todo tengamos discernimiento. Que no perdamos nunca el motivo más sincero y original de esta misión que es, compartir el mensaje de Cristo con los jóvenes. Así empezamos hace cinco años, sin que nadie nos conociera, de forma sencilla y hasta “cutre”, con un móvil. Mi sueño es que el Señor haga su obra con nosotros, que no perdamos el origen y que Él pueda hacerla plenamente, sin frenos, con Mery y conmigo.