Las mujeres que han consumido la píldora por 5 años o más son tres veces más propensas a sufrir cáncer de cuello uterino.
Un nuevo análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), ha presentado la evidencia más sólida hasta ahora sobre la relación entre el uso prolongado de anticonceptivos orales y un incremento significativo del cáncer de cuello uterino en mujeres infectadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH).
La investigación revisó datos provenientes de Tailandia, Filipinas, Marruecos, Brasil, Perú, Paraguay, Colombia y España, encontrando que el uso continuo de la píldora anticonceptiva aumenta de manera notable el riesgo de cáncer cervicouterino. El cáncer de cuello uterino es uno de los más frecuentes en mujeres de países en desarrollo, con un riesgo de por vida que alcanza el 5 % en regiones de África, India y América Latina, frente a alrededor del 1 % en Europa y Norteamérica.
Los autores del estudio incluyeron únicamente a mujeres infectadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH), considerado por la comunidad médica como condición necesaria para el desarrollo del cáncer cervicouterino: está presente en más del 99 % de los casos diagnosticados en países como Reino Unido.
Según la evidencia publicada en The Lancet, la investigadora Silvia Franceschi, una de las autoras, explicó que estos elementos actúan como “multiplicadores independientes del riesgo”. El estudio no logró determinar qué tipo de píldora se utilizó en cada caso, y parte de los datos corresponden a formulaciones antiguas de la década de 1980. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a efectos similares con preparados actuales basados en progesterona. Organizaciones como la Asociación de Planificación Familiar y Cancer Research UK pidieron a las mujeres no alarmarse, enfatizando que —según su postura— los beneficios de la anticoncepción oral “superan los riesgos” para la mayoría de las usuarias y que el estudio se enfoca en mujeres con infección previa por VPH.
Sin embargo, el hallazgo subraya la necesidad de una información veraz, completa y accesible, especialmente en contextos donde la anticoncepción hormonal es promovida sin advertencias claras sobre sus riesgos potenciales para la salud.
