El cardenal Robert Sarah expresa su apoyo al Papa León XIV y solicita la eliminación del documento "Fiducia supplicans" por considerarlo teológicamente débil y perjudicial para la unidad de la Iglesia.
En una reciente entrevista concedida al medio italiano AVVENIRE, el cardenal guineano Robert Sarah ha manifestado su respaldo al Papa León XIV, destacando su capacidad para resaltar la centralidad del Cristo y su habilidad para equilibrar el diálogo con el mundo y la fidelidad a la Tradición. Según el cardenal, el nuevo pontífice, quien celebra su 70 cumpleaños, ha logrado conjugar estos elementos en continuidad con el Concilio Vaticano II.
Durante la conversación, el cardenal Sarah abordó diversas cuestiones, entre ellas la polémica en torno al regreso de la mozzetta papal, una corta capa litúrgica. Restó importancia a la controversia, señalando que se trata de un símbolo de jurisdicción que también pertenece a los obispos, y que la agitación mediática carece de fundamento suficiente.
El cardenal también elogió el llamado del Papa León XIV a la unidad dentro de la Iglesia, subrayando que las posturas extremas que buscan borrar la Tradición o congelarla como una reliquia intocable son estériles. La misión de la Iglesia, afirmó, es única y requiere comunión.
En cuanto a la liturgia, el cardenal Sarah fue categórico al afirmar que "un rito no se inventa en un despacho, es fruto de siglos de fe vivida". Advirtió sobre los peligros de prohibir ritos milenarios y destacó la riqueza que la diversidad litúrgica ha aportado siempre a la Iglesia.
El cardenal Sarah también se refirió a su nuevo libro, "¿Dios existe?", en el que denuncia el olvido de lo trascendente en Occidente y critica la creación de un nuevo orden que niega el creado por Dios. Recordó las palabras de Benedicto XVI: "Etsi Deus daretur" (vivir como si Dios existiera), y enfatizó que Dios no es una idea ni una emoción, sino una certeza.
Finalmente, el cardenal Sarah expresó su deseo de que el documento "Fiducia supplicans", que permite la bendición de parejas en situaciones irregulares, sea clarificado y reformulado, calificándolo de teológicamente débil y perjudicial para la unidad de la Iglesia.