El padre Custodio Ballester critica la viabilidad del diálogo interreligioso entre el cristianismo y el islam, argumentando que las diferencias doctrinales y la persecución de cristianos en países musulmanes dificultan cualquier intento de entendimiento.
En un artículo publicado por Somatemps, el padre Custodio Ballester expone su escepticismo respecto al diálogo entre cristianos y musulmanes, cuestionando la carta dominical de monseñor Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que aboga por dicho diálogo. Ballester sostiene que el islam, al no admitir interpretaciones ni diálogos, se presenta como una religión intransigente, donde los no creyentes son considerados infieles que deben someterse.
El sacerdote compara esta situación con la imposibilidad de dialogar con grupos que promueven ideologías contrarias a la fe cristiana, como los abortistas o los defensores de la ideología de género. Critica la postura de algunos cristianos que, por prudencia, optan por silenciar su fe para evitar conflictos con estas ideologías. Ballester destaca la persecución que sufren los cristianos en países musulmanes, donde son obligados a pagar un impuesto especial, la Jizya, para poder practicar su fe sin ser perseguidos.
El artículo recuerda el atentado de 2011 en la catedral copta de Alejandría, donde un coche bomba dejó 21 muertos y más de 70 heridos. En esa ocasión, el Papa Benedicto XVI condenó el acto, calificándolo de ofensa a Dios y a la humanidad. Sin embargo, la respuesta del gran imán de la universidad de Al-Azhar fue considerar las palabras del Papa como una injerencia inaceptable, mostrando así la dificultad de establecer un diálogo sincero y efectivo.
Ballester también critica el encuentro entre el Papa Francisco y el gran imán Ahmad Al-Tayeb, argumentando que un abrazo y una foto no cambian la realidad histórica del islam, que según él, contiene elementos de violencia en el Corán y en la vida de Mahoma. Concluye que el islam, al ser una religión de revelación directa e ininterpretable, no puede ser reconciliado con el cristianismo sin reconocer sus diferencias fundamentales.