Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná, ha instado a los fieles a rechazar las idolatrías modernas y a centrarse en la adoración de Cristo.
En un discurso pronunciado durante la Conferencia de Identidad Católica (CIC) en Pittsburgh el pasado 4 de octubre, Monseñor Athanasius Schneider hizo un llamamiento vehemente a los católicos de todo el mundo para que se mantengan firmes en la adoración a Cristo, el único Señor, y rechacen las nuevas formas de idolatría que, según él, están infiltrándose incluso en ciertos círculos eclesiales. El obispo denunció el culto a la "Madre Tierra", la ideología LGBT y la obsesión por el clima como formas de idolatría que desvían a los fieles del verdadero camino de la fe.
El obispo Schneider subrayó que "el primer mandamiento no admite ambigüedad" y que un católico solo puede adorar a la Santísima Trinidad y a Jesucristo, Rey del universo. "No puede ofrecer ni un solo grano de incienso al ídolo de la corrección política, al de la 'Madre Tierra' ni al del cambio climático", afirmó. Asimismo, advirtió contra la tentación de convertir la protección de la naturaleza en una nueva religión secular, enfatizando que "Dios nos confió la creación para que la cuidemos, no para que la adoremos".
Estas declaraciones se producen poco después de un evento en el que el Papa León XIV bendijo un bloque de hielo de Groenlandia durante una ceremonia sobre el cambio climático en Castel Gandolfo, un gesto que fue recibido con sorpresa por muchos fieles. La Santa Sede ha continuado la línea de su predecesor, el Papa Francisco, al publicar una misa votiva inspirada en Laudato Si’ e inaugurar un centro de formación ecológica en la villa papal. Para el obispo Schneider, estas acciones pueden desviar a los católicos del núcleo de su fe: la adoración al Dios vivo, no a la creación.
El obispo kazajo también criticó enérgicamente los intentos de reconciliar la fe católica con la ideología LGBT, calificándola de incompatible con el Evangelio. "Los católicos no pueden inclinarse ante el ídolo de la ideología LGBT", advirtió, señalando que esta ideología "justifica la sodomía y la fornicación, niega el orden natural previsto por Dios y pretende imponer una falsa concepción del amor".
En respuesta a una peregrinación "católica LGBT" organizada en el Vaticano, que contó con la aprobación de ciertas autoridades eclesiásticas, el obispo Schneider calificó el evento como "un acto trágico y blasfemo". Según él, la Basílica de San Pedro fue profanada por manifestaciones de pecado público, toleradas con el silencio de la Santa Sede. "Debemos pedir perdón a Dios por semejante escándalo", declaró.
Monseñor Schneider, junto con otros obispos, encabezó un acto mundial de reparación acompañado del rezo del Rosario, en el que participaron millones de fieles. "Oramos para que Dios conceda al Santo Padre León XIV la luz y la fuerza para llevar a cabo un acto público de reparación", expresó el obispo Schneider. Monseñor Marian Eleganti recordó que la misericordia de Dios no anula la justicia divina y que los sacrilegios deben ser reparados. El obispo Mutsaerts enfatizó la necesidad de que los fieles enmienden los escándalos públicos para honrar a Dios.
Al concluir su intervención, el obispo Schneider animó a los católicos a ser fieles y transparentes, recordando que "nuestra adoración pertenece solo a Jesucristo. Ni la naturaleza ni las ideologías ni las costumbres del mundo pueden recibir lo que pertenece a Dios. Cristo es el centro de todo, y es a Él a quien debemos adorar".