La Diócesis de Piacenza-Bobbio enfrenta críticas por alquilar una propiedad eclesiástica para un evento de brujería, mientras el obispo permanece en silencio.
En el norte de Italia, la Diócesis de Piacenza-Bobbio se encuentra en el centro de una polémica tras haber alquilado Villa La Bellotta a la empresa Malastrana Srl, que organiza una «escuela de brujería». El evento, programado del 24 al 26 de octubre, es presentado como un juego de rol de fantasía, pero ha suscitado preocupación entre los fieles y sacerdotes locales, quienes lo consideran una trivialización del ocultismo, contraria a la fe cristiana.
Ante la indignación de la comunidad católica, la Diócesis emitió un comunicado minimizando el asunto, afirmando que no se trataba de un evento esotérico y que la villa no estaba destinada exclusivamente a retiros espirituales, sino también a actividades recreativas, deportivas y culturales. Sin embargo, el título del evento, «Accademia di Stregoneria senza Tempo», y su contenido, que incluye introducciones a la magia y las artes ocultas, han sido considerados ofensivos para la sensibilidad cristiana y contrarios a las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica.
El medio italiano La Bussola ha revelado que Malastrana Srl ya organizó en 2018 un evento similar en Parma, que incluía elementos de satanismo superficial y la inversión de símbolos sagrados. Este precedente ha aumentado la desconfianza hacia la empresa y ha generado cuestionamientos sobre la vigilancia espiritual de la Diócesis.
La Sociedad Diocesana para la Promoción de la Fe, propietaria del terreno, obtiene ingresos del alquiler de la villa, pero la elección de los inquilinos debería estar alineada con la misión eclesial. La falta de pronunciamiento público del obispo Adriano Cevolotto ha sido interpretada como un signo de debilidad, aumentando la consternación entre los fieles que esperaban una respuesta clara y firme.
El caso de Piacenza pone de relieve una falta de discernimiento y plantea la cuestión de la fidelidad a la misión pastoral. En tiempos de confusión espiritual, los católicos esperan que sus pastores den un testimonio de fe claro y valiente, recordando que la Iglesia no pacta con la oscuridad del mundo.

" Estaban entre nosotros pero no eran de los nuestros"