La reciente publicación de un documento por parte de los obispos italianos, que aboga por nuevas prácticas pastorales inclusivas hacia las personas homosexuales y transgénero, ha generado un intenso debate en el seno de la Iglesia Católica.
En el marco de la Tercera Asamblea Sinodal de las Iglesias de Italia, los obispos han presentado un documento que ha suscitado una notable controversia al proponer la oración común durante las manifestaciones del Orgullo Gay como parte de las "buenas prácticas pastorales". Este documento, que se centra en la formación de nuevas relaciones, corporalidad, afectividad y sexualidad, incluyendo la orientación sexual y la identidad de género, está dirigido especialmente a preadolescentes, adolescentes, jóvenes y sus educadores.
El texto invita a las Iglesias locales a superar las actitudes discriminatorias y a promover el reconocimiento y apoyo a las personas homosexuales y transgénero, así como a sus familias, que ya forman parte de la comunidad cristiana. Además, se espera que la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) apoye, mediante la oración y la reflexión, las jornadas promovidas por la sociedad civil para combatir la violencia y la discriminación de género.
La publicación de este documento ha generado preocupación entre los fieles, especialmente por el uso del término "etc." en el contexto de las jornadas contra la violencia y la discriminación. Mientras que el Papa Francisco había mostrado su descontento con la atención excesiva a estos temas en el ámbito eclesiástico, su sucesor, el Papa León XIV, ha adoptado una postura más firme. En un mensaje reciente, el Santo Padre destacó la importancia de la familia tradicional, tal como fue concebida por el Creador, y citó a Louis y Zélie Martin como ejemplos de un matrimonio ejemplar.
La escritora y periodista Costanza Miriano ha criticado duramente el documento, calificándolo de "indigno de la grandeza de la Iglesia" y acusando a los obispos de asumir dogmas de una "pensamiento único" sobre la identidad sexual y la afectividad. Miriano ha instado a los obispos a no firmar el documento sin considerar las palabras del Papa León XIV sobre la familia y la fidelidad.
Por su parte, el padre Giuseppe Forlai ha expresado su preocupación por el proceso que ha llevado a la elaboración de este documento, señalando una falta de visión y una tendencia a complacer a la sociedad a expensas de los principios evangélicos. Forlai destaca la necesidad de conversión personal y de un compromiso auténtico con el Evangelio, a pesar de las dificultades que ello pueda implicar.
