El Pontífice ofreció una catequesis sobre el sufrimiento y la esperanza cristiana, subrayando la importancia de no resignarse ante las adversidades y de ser portadores de esperanza en el entorno.
En la Audiencia General celebrada el miércoles 10 de septiembre en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV ofreció una catequesis centrada en el significado del sufrimiento y la esperanza cristiana. Durante su intervención, el Pontífice destacó que Jesús, incluso en la cruz, nos enseña a no resignarnos ante las adversidades. Subrayó que el grito de Jesús es una llamada a mantener viva la esperanza, incluso en los momentos más oscuros.
El Santo Padre explicó que el sufrimiento humano encuentra sentido a través de la fe y que Jesús es el modelo perfecto de cómo enfrentar el dolor con esperanza. En sus palabras, animó a los fieles a aprender de Cristo y a no dejarse vencer por la desesperación. Además, enfatizó que la cruz no es un símbolo de derrota, sino una manifestación del amor y la redención.
Durante su catequesis, el Papa León XIV también recordó que cada cristiano está llamado a ser portador de esperanza en su entorno. Invitó a los presentes a ser testigos del amor de Dios y a compartir este mensaje con quienes sufren. Concluyó su alocución pidiendo oraciones por aquellos que atraviesan momentos difíciles, para que encuentren consuelo y fortaleza en la fe.