La Cofradía de la Sangre de Cristo y de la Buena Muerte de Monzón organizó una Eucaristía y adoración de la cruz, con la participación de numerosos fieles y cofrades en la concatedral montisonense.
La Cofradía de la Sangre de Cristo y de la Buena Muerte de Monzón celebró el domingo 14 de septiembre la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz en su sede, ubicada en la concatedral montisonense. Tras la Asamblea de la cofradía, se llevó a cabo una eucaristía en el altar mayor del templo, presidida por el sacerdote Rubén Darío Sánchez, responsable de la unidad pastoral de Monzón. Durante esta solemne ceremonia, se trasladó al Santo Cristo desde su capilla hasta el presbiterio para que los fieles pudieran venerarlo, junto al cofre que guarda las cruces pertenecientes a los cofrades fallecidos.
Manolo Monter, presidente de la Junta de Gobierno de la Cofradía, junto a numerosos cofrades y fieles parroquianos, llenaron el templo durante la misa celebrada a las 12 del mediodía en Santa María. Al concluir esta celebración litúrgica, se realizó un acto devoto de adoración a la cruz por parte tanto de los cofrades como del resto del pueblo fiel. Finalmente, se devolvió con reverencia la imagen del crucificado a su capilla habitual, donde es objeto de veneración durante todo el año.