La vigilia de oración, organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada y presidida por Mario Iceta, contó con el testimonio del sacerdote nigeriano Patrick Akpabio sobre la persecución en Nigeria.
La catedral de Burgos fue escenario de una vigilia de oración por los cristianos perseguidos, organizada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. El evento, presidido por el arzobispo Mario Iceta, contó con la participación del sacerdote nigeriano Patrick Akpabio, quien compartió el doloroso testimonio de la persecución que sufren los cristianos en Nigeria. Durante la vigilia, se destacó la presencia de la cruz de las reliquias de los mártires vinculados a Burgos y se vivieron momentos significativos, como el beso a un icono marcado por balas.
En una entrevista, el padre Patrick describió la situación en Nigeria como un "tiempo de sangre", relatando los ataques sistemáticos y la violencia organizada que enfrentan los cristianos. Según él, esta violencia busca "devorar la historia de los cristianos" en el país. Además, denunció que, a pesar de ser uno de los lugares más peligrosos para los cristianos, la situación en Nigeria no recibe la atención mediática internacional que merece.
El sacerdote también hizo una llamada a los cristianos de Occidente, subrayando la diferencia entre la libertad religiosa en España y la persecución en Nigeria. En su opinión, el testimonio de los cristianos perseguidos debería despertar la fe adormecida en Europa. Patrick Akpabio enfatizó la importancia de la oración como un acto de comunión y esperanza, afirmando que saber que hay personas rezando por ellos les da fuerza para seguir adelante.
La vigilia concluyó con un momento de adoración eucarística, reforzando el compromiso de la Iglesia de Burgos con la oración y la denuncia de la injusticia que sufren los cristianos perseguidos en el mundo. Con testimonios como el del padre Patrick, se busca clamar justicia desde el silencio y la fe.